La revolución acaba de obtener un triunfo importantísimo. La victoria en
el referéndum es una muestra indiscutible de la disposición del pueblo a
no aceptar que el proceso social revolucionario retroceda en salud,
educación, nivel de organización y conciencia y a un deseo de que siga
avanzando.

Esta victoria de las fuerzas obreras, junto con las populares democráticas
y revolucionarias nos da una ventaja enorme pues profundiza la
desmoralización en los sectores pro imperialistas de la Coordinadora y el
Bloque Democrático y de todos los enemigos de la revolución. Esta victoria
no puede ser desperdiciada con llamados a una falsa unidad de todos, que
incluya a quienes impulsaron el golpe de estado del 11A, el criminal paro
patronal del 2D, las provocadoras guarimbas, la infiltración de
paramilitares y a los que han asesinado a más de un centenar de dirigentes
campesinos y populares.

Ya lo estamos viendo y oyendo: La CD y el BD no quieren reconocer la
victoria del NO y su amo, el gobierno de Washington dice que sí pero actúa
como si no.
En esta hora de victoria no nos podemos dejar engañar por aquellos
sectores de la burguesía que hoy se acercan con una bandera blanca, pues
tan solo lo hacen por su propia debilidad ante nuestra fortaleza, a la
caza de un mejor momento donde nos puedan caer en emboscada y hacernos lo
que le hizo la burguesía mexicana a Emiliano Zapata o lo que le hicieron a
Augusto César Sandino o a nosotros mismos cuando Chávez les perdono la
vida después del 11A.

Esta victoria tampoco puede ser la nube que oculte las responsabilidades
de quienes desde las esferas de gobierno (ministerios, institutos,
gobernaciones, alcaldías, etc.) han venido realizando prácticas
burocráticas, antiobreras y antipopulares similares a las de los enemigos
de la revolución, así como el despido de miles de trabajadores y la
violación de convenios colectivos y derechos populares. Esta victoria se
cocinó en el seno del pueblo, de los trabajadores manuales e intelectuales
de la ciudad y del campo, con sacrificios y duros combates contra quienes
disfrutan de unos privilegios por el solo hecho de ocupar un puesto
dirigencial y han intentado impedir el desarrollo de la participación del
pueblo en la toma de decisiones y la elección democrática de los
auténticos dirigentes del proceso.

Esta victoria que debilita aún más las fuerzas de la contrarrevolución,
tenemos que aprovecharla para hacer avanzar la revolución mediante la toma
de medidas concretas en lo político, económico y social que termine de
quitarle el piso a la burguesía imperialista y al lacayo nacional que le
sirve y así frenar el saqueo, la explotación y la preparación de nuevas,
destructivas y dolorosas conspiraciones.

Hay que avanzar sobre nuestra victoria activando para que las patrullas y
UBEs se conviertan en auténticas organizaciones de lucha reivindicativa y
política, en los embriones de poder que sustituyan los actuales entes
gubernamentales que impiden una verdadera democracia participativa y
protagónica.

Las patrullas y las UBEs deben discutir cómo organizar asambleas de todos
los que apoyamos el proceso revolucionario en cada sector, barrio,
parroquia, etc. y estas asambleas deben servir para elegir los candidatos
a las próximas elecciones. Al mismo tiempo en estas asambleas deben ser
elegidos y revocados los Comandos de cada parroquia y localidad.

Esta estructura de poder obrero embrionario debe servir también para
canalizar los
reclamos vecinales, para decidir cómo distribuir los presupuestos
municipales, estadales y nacionales. Las bases revolucionarias que
conformamos las patrullas y demás organizaciones de combate de la
revolución debemos elegir también delegados revocables en todo momento a
una gran asamblea nacional revolucionaria y que esta elija el Comando
dirigente de la revolución, quien debe responder en todo momento ante las
asambleas revolucionarias y ser revocable por ellas.

Este sistema de poder obrero, basado en la toma de decisiones por parte de
los trabajadores y demás oprimidos, debe trasladarse a todos los ámbitos.
A los estudiantes para que impulsen la democratización de los centros de
estudio, lo que pasa por la elección de todas las autoridades educativas,
donde cada estudiante, profesor, obrero y empleado tiene un voto en la
toma de decisiones, hasta la selección de los pensum de estudios, y la
consecución de la gratuidad de la educación para todos.

Las Patrullas y UBEs, como embriones de un nuevo poder hacia la
instauración de un verdadero gobierno de los trabajadores como dice el
programa fundacional de la UNT, tienen que servir para extender la salud a
toda la población con calidad y gratuita; para ayudar a aperturar las
empresas cerradas, las que amenacen con cerrar o despidan trabajadores e
instalar el control obrero en las mismas, y así acabar con las violaciones
a los derechos de todos los trabajadores y resolver el
problema del desempleo.

COMPLETAR LA REVOLUCIÓN EN DIRECCIÓN AL SOCIALISMO

Hay que acelerar y completar la revolución solucionando los problemas
fundamentales que sufrimos las masas. La historia demuestra que una
revolución que no llega hasta el final es derrotada (ocurrió en Chile,
Portugal y Nicaragua). En un mundo capitalista en crisis, donde el
desempleo y la explotación están creciendo incluso en los países más
desarrollados, el único modo de solucionar los problemas de las masas
obreras y populares es tomando, entre otras, las siguientes medidas
basadas en estos embriones de poder obrero como son las patrullas y UBEs.:
-la nacionalización del sistema bancario bajo control obrero y social.
-El no pago de la deuda externa, y destinar dichos recursos para una
reactivación sólida de la economía que hoy se basa tan solo en unos
momentáneos buenos precios petroleros,
-la nacionalización de las industrias básicas, bajo control obrero.
-la nacionalización del mercado externo e interno,
-la constitución de brigadas de autodefensa que desde cada barrio, empresa
y centro poblado, cuiden el orden y la seguridad del pueblo,
-la constitución de milicias obreras y populares que defiendan el proceso
social revolucionario de cualquier agresión externa e interna que se monte
contra el mismo.
-Nacionalización bajo control de los trabajadores y el pueblo de las
grandes empresas de transportes y alimentación.
-Control obrero y gestión democrática de PDVSA que garantice la
participación mayoritaria de los trabajadores en todos los órganos de
decisión,
-Igualmente, control obrero y popular de los medios de comunicación para
enfrentar las campañas mediáticas del golpismo, que como estamos viendo
continúan a pesar del claro triunfo el 15ª,
-Instrucción militar masiva, "cada pescador, cada estudiante, cada persona
del pueblo debe aprender a manejar un fusil, porque ese es el concepto del
pueblo en armas" (Chávez, Hugo: Aló Presidente, Abril 2004),
-Esto implica constituir un verdadero gobierno de los trabajadores, basado
en Asambleas Obreras y populares.

Finalmente es necesario superar la dispersión de la vanguardia
revolucionaria unificándola en torno a las id
eas del marxismo
revolucionario que es la expresión concentrada de más de 150 años de lucha
internacionalista, y son las únicas que pueden garantizar la victoria de
la revolución, es decir la toma del poder político y económico por parte
de la propia clase trabajadora. Por ello es necesario agrupar a los
sectores mas avanzados de los activistas obreros y populares y juveniles
en una organización de cuadros marxistas que puedan dar al proceso un
claro contenido socialista.

Si estás de acuerdo con estas ideas, únete a nosotros. Luchamos por crear
una fuerte Corriente Marxista Revolucionaria en el seno del movimiento de
masas que apoya el proceso social revolucionario venezolano, al mismo
tiempo que luchamos para dar a la revolución un carácter claramente
socialista. Crea un grupo CMR en tu barrio, pueblo, centro de trabajo o de
estudios o donde puedas. Ven, únete a nosotros y vamos a luchar juntos por
la victoria total.








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