Organización y lucha de la clase obrera contra las políticas capitalistas de la burocracia y la ofensiva de los empresarios y la derecha
Hace unos meses los trabajadores y el pueblo venezolano presenciamos un despliegue de propaganda mediática para vendernos la idea del ingreso mínimo integral indexado. Pero, como en anteriores medidas presentadas por el gobierno, a la hora de la verdad se quedó en puras palabras. Solo aumentó una de las bonificaciones y sin incidencia salarial, quedando nuevamente desenmascarado el discurso del bienestar para el trabajadores
Viendo el malestar que creó esta nueva promesa vacía, dirigentes sindicales de la Central Bolivariana de Trabajadores como Will Rangel, o los vicepresidentes José Gil y Pedro Perales, representación de las industrias básicas, en el Edo. Bolívar tenían el descaro de declarar que los trabajadores estaban satisfechos con el aumento de 100$ en bono sin incidencia en utilidades y el salario real, que se mantiene suspendido en 3,6$, y afirmar que hasta debemos dar gracias porque el ingreso mínimo integral indexado incluye la educación y salud gratuitas y los precios subvencionados de electricidad, gasolina, etc., que son más bajos que en Europa y otros países latinoamericanos (1). Cuando la realidad es que todos sabemos que estos servicios están por el piso y que los precios de muchos de ellos también están aumentando ¡Qué vergüenza! ¡Y qué forma de despreciar a los trabajadores y el pueblo!
La realidad es que con estas medidas burocráticas, y otras como la devaluación a cero de las prestaciones sociales, los que ganan son los empresarios de FEDECAMARAS y FEDEINDUSTRIA, que las aplauden y piden más concesiones, ataques a los derechos de los trabajadores y exenciones fiscales .
Tanto la burocracia que controla hoy el gobierno como la derecha financiada por EEUU desprecian las necesidades de la clase obrera y el pueblo y solo buscan más beneficios y riqueza para ellos y sus amigos empresarios: sean los golpistas de toda la vida o la nueva boliburguesia
La derecha utiliza el deterioro de los servicios públicos para plantear la privatización
Frente a la prioridad que dio Chávez a los derechos sociales y servicios públicos, que el mismo Banco Mundial tuvo que destacar, reconociendo que entre 1998 y 2013 “la esperanza de vida al nacer aumentó de 71,8 a 74,1 años para ambos sexos y la mortalidad infantil disminuyó de 26,7 a 14,6 muertes por 1000 nacidos”, el gobierno de Nicolás Maduro no publica los datos, pero tanto los centros educativos como los pasillos hospitalarios hablan por sí solos: áreas contaminadas o abandonadas que se agravan con los problemas de suministro de agua y las fallas eléctricas, personal en condiciones laborales precarias y con salarios de miseria,...
A muchos nos aterra asistir a un centro médico público o privado. La sensación es de peligro de agravar la enfermedad e incluso muerte por falta de insumos, médicos especialistas o el inalcanzable costo de los medicamentos. La situación es especialmente mortífera y grave con enfermedades como diabetes, cáncer, neurológicas, renales crónicas, y hasta en los partos.
En el sector educación vemos el constante maltrato, pésimas condiciones de trabajo y depresión causada al trabajador, la grave desmejora en la formación académica de los futuros jóvenes trabajadores y las deterioradas infraestructuras de liceos y universidades.
Sectores políticos y sindicales de derecha culpan de este desastre a las expropiaciones y venden la idea de que la solución es privatizar los servicios públicos, entregando estos derechos fundamentales a empresarios privados y que con un gobierno de la derecha sometido al FMI tendríamos buen salario y servicios de calidad en salud, educación, electricidad, etcétera “como otros países”. Pero ¿de qué países hablan? En EEUU los pobres no tienen derecho a atención sanitaria universal y gratuita. En Argentina su ídolo Milei está despidiendo a trabajadores de la salud y educación por miles mientras mueren centenares de personas por dengue y eliminando los medicamentos gratuitos para enfermos de cáncer y enfermedades crónicas. En todo el mundo capitalista la privatización de la salud y la educación están provocando situaciones dramáticas y movilizaciones masivas
¡Luchar por salario, salud, y servicios públicos de calidad y gratuitos!
La burocracia del gobierno señala cínicamente que las fallas en los servicios públicos son producto de las sanciones. Desde Izquierda Revolucionaria hemos denunciado y combatido las criminales sanciones del imperialismo que golpean al pueblo mientras los burócratas y capitalistas se llenan los bolsillos y disfrutan de lujos y fiestas.
¡Basta de excusas y mentiras! La realidad es que este gobierno está aplicando recortes y políticas capitalistas que han roto totalmente con las políticas de Chávez, agravan los efectos de las sanciones y cargan el peso de estas sobre las espaldas de los más pobres.
La asignación presupuestaria en salud tuvo un recorte del 15% respecto a 2023, con una reducción de nóminas del 21%, y ¡11$ mensuales para el personal médico especializado! ¡Un salario miserable que aún es menor para personal de enfermería, ATS, etc.! A la educación se le recortó 8,6%, condenando a las y los docentes a salarios de hambre de 5$ mensuales de promedio.
La derecha también utiliza los recortes en derechos laborales y salarios del gobierno para presentar como un paraíso los países capitalistas gobernados por los suyos. En EEUU el salario es 7,6$ la hora, dicen. En Uruguay 540$ mensuales. Pero ocultan que el gasto promedio solo en gas, agua, internet y electricidad en Uruguay es de 264,7 $ sin incluir la salud, educación, trasporte y alquiler.
En todos los países capitalistas vemos cortes de la luz o el agua por impago y como miles de familias obreras son desahuciadas de sus viviendas por no poder pagar alquileres o hipotecas.
Tanto bajo el capitalismo ultra neoliberal de los Biden, Milei, etc. como el capitalismo de estado de esta burocracia contrarrevolucionaria y sus aliados chinos y rusos los trabajadores no podemos esperar otra cosa que ataques y miseria.
El único camino es la organización y lucha de los trabajadores por una vida digna
Hoy, a más de 2 siglos de la heroica lucha obrera por la reducción de la jornada de trabajo a 8 horas, descanso y recreación, que dio origen al 1 de mayo 1886, a pesar del desarrollo tecnológico actual , se mantiene la misma explotación, las países ricos y sus multinacionales imponen jornadas de trabajo interminables, sin estabilidad laboral, condenando a millones de trabajadoras y trabajadores a condiciones de precariedad e inseguridad que provocan muertes y accidentes laborales, sin vacaciones pagadas, ni utilidades ni prestaciones sociales,..
Mientras los cinco empresarios más ricos del mundo duplican sus ganancias, percibiendo 14 millones de dólares por hora, los datos de pobreza y pobreza extrema mundial presentados por organismos internacionales son horribles. Según la ONU, más de 1.600 millones de personas viven con menos de 3,65$ al día (2) y el Banco Mundial reconoce a más de 700 millones en pobreza extrema
En Venezuela vivimos uno de los fenómenos de descomposición salarial más inhumanos del mundo: 3,6$ de salario mensual más 100$ de bonificación. Una política que devalúa a casi cero los derechos fundamentales del trabajador, conquistados históricamente y se ve empeorada aún más por las condiciones que el gobierno ofrece a las inversiones extranjeras en las Zonas Económicas Especiales de explotación de la fuerza de trabajo y saqueo de los recursos naturales, garantizando ingresos multimillonarios a la burocracia, la boliburguesía y la oligarquía de toda la vida mientras más del 50% de la población venezolana malvive en la pobreza.
Los trabajadores y trabajadoras debemos movilizarnos, organizarnos y luchar contra esta barbarie, empezando por este 1 de Mayo y continuando y extendiendo la batalla hasta derrotar la inescrupulosa opulencia capitalista y a la burocracia corrupta, impulsando comités de lucha y asambleas en cada centro de trabajo para reconstruir un movimiento sindical independiente tanto de la burocracia como de la derecha. Es hora de trasformar el mundo, levantar con fuerza las banderas del salario y una vida digna y acabar con las guerras y el genocidios de este sistema. ¡Únete a los comunistas de Izquierda Revolucionaria para luchar por este programa!
Luchemos por un salario igual a la canasta básica con ajuste automático
Por el cumplimiento y discusión de los contratos colectivos
Por la reactivación de todos los centros de trabajo y empresas públicas y privadas paralizadas y saboteadas por la burocracia y la burguesía
Por salud, educación y servicios públicos de calidad y gratuitos
Por los reenganches de todos los trabajadores despedidos y jubilados arbitrariamente
Por la libertad de todos los trabajadores y luchadores sociales encarcelados políticamente
FUENTES:
(1) CBST: “Hemos visitado otros países y les piden a sus gobiernos lo mismo que nosotros percibimos”
(2) ONU: hay 165 millones más de personas pobres en el mundo tras tres años de crisis
