Como denunciábamos en detalle en la Declaración de Izquierda Revolucionaria Internacional contra la intervención totalmente antidemocrática y la usurpación de las siglas del Partido Comunista de Venezuela, la liquidación de los avances conquistados por el movimiento obrero venezolano durante los gobiernos de Hugo Chávez y la aplicación de políticas capitalistas neoliberales por el gobierno de Nicolás Maduro está suponiendo  la utilización de sus organismos represivos para detener y encarcelar a trabajadores y dirigentes sindicales.  Exigir el cumplimiento de los contratos colectivos, salarios dignos y otros derechos fundamentales se ha convertido en un delito para la burocracia contrarrevolucionaria y sus aliados burgueses.

Trabajadores encarcelados por luchar

La movilización y  presión a escala nacional e internacional obligó hace un año al gobierno a  liberar a algunos trabajadores de PDVSA, Ferrominera y Aeropuerto Internacional de Maiquetía que padecieron varios años de prisión, en cárceles comunes, con sus vidas en riesgo, sin sentencia judicial alguna y con evidentes vicios procesales en sus detenciones. En todos esos casos quedaron demostrados los falsos positivos que sirvieron a la burocracia para atacar brutalmente a estos trabajadores y trabajadoras con el fin de atemorizar a otros sectores e impedir que se exprese el descontento por la izquierda con las políticas capitalistas del gobierno. 

Pero a medida que estas políticas provocan más malestar y nuevas luchas, la represión se intensifica y los casos de detenciones arbitrarias y condenas contra trabajadores y activistas sindicales son cada vez más escandalosos. En SIDOR,  la principal empresa siderúrgica del país, donde los trabajadores vienen protestando desde hace más de tres años, la respuesta ha sido el encarcelamiento de varios dirigentes y una cacería de brujas contra los obreros que estaban en la primera línea del combate.

El caso más reciente de represión ha sido la condena a 16 años de cárcel decidida por el Tribunal Supremo contra varios dirigentes sindicales de diferentes sectores y empresas y líderes sociales por el supuesto delito de “conspiración” y “asociación para delinquir”. El fiscal general, Tareck William Saab, salió públicamente señalando a los enjuiciados como terroristas, incluso comparándolos con la delincuencia organizada o las acciones golpistas y violentas de las guarimbas. Pero la experiencia de anteriores detenciones demuestra que este tipo de acusaciones son utilizadas por la burocracia y los propios empresarios para acallar las luchas reivindicativas de la clase obrera o las denuncias de corrupción.

Impunidad para la derecha y ultraderecha

Mientras se reprime a dirigentes sindicales y activistas obreros recurriendo a este tipo de falsos positivos,  como parte de las negociaciones del gobierno con los capitalistas y el imperialismo se libera a terroristas y fascistas como los mercenarios de la Operación Gedeón (que intentaban asesinar al presidente y organizar un golpe fascista) y los máximos responsables de las muertes de las guarimbas, como Juan Guaidó , María Corina Machado, etc, gozan de libertad. La misma impunidad disfrutan los empresarios de Fedecámaras, que financiaron el paro patronal y diferentes golpes fascistas y son recibidos en Miraflores y obtienen concesiones del Gobierno.

Guaidó, Machado y otros fascistas no han dudado en salir a declarar hipócritamente su respaldo a los trabajadores encarcelados, utilizando el altavoz de la prensa y organismos internacionales imperialistas cómo la ONU o la OIT. Es la demagogia de siempre: para intentar aumentar su apoyo entre sectores de la clase obrera y el pueblo cada vez más descontentos con las políticas del Gobierno, se intentan apropiar de luchas que no tienen nada que ver con su programa reaccionario y pro imperialista. Es más que evidente que si estos dirigentes de derechas a sueldo de Washington llegasen al poder aplicarían las mismas políticas de despidos masivos, privatizaciones, recortes sociales y represión contra la clase obrera que exigen los capitalistas en todo el mundo. 

Unidad de acción obrera por los salarios y los derechos democráticos, contra la burocracia gubernamental y la derecha

No es casualidad que estos ataques contra trabajadores y activistas sindicales se produzcan cuando se cumple un año de las protestas del sector educación por el reclamo del pago completo del bono vacacional, y cuando las políticas neoliberales del gobierno hinchan la inflación y las desigualdades entre ricos y pobres crecen de forma cada vez más escandalosa.

Aquella lucha obligó al régimen de Maduro a retroceder en su pretensión de pagar dicho bono de forma fraccionada, conquistando el movimiento obrero magisterial el reconocimiento de un beneficio laboral histórico, desmostrando el poder que tenemos las y los trabajadores cuando nos organizamos y movilizamos y animando a otros sectores laborales del país a luchar por recuperar derechos y salarios. Fue el mayor movimiento reivindicativo de la clase obrera venezolana en los últimos diez años. Por eso estas nuevas detenciones y encarcelamientos de trabajadores y sindicalistas solo buscan intimidar y frenar los procesos de organización y movilización que se vienen gestando en el país.

Para enfrentar las políticas anti obreras de la burocracia del gobierno, corrupta, mafiosa y pro-capitalista, y la manipulación y planes igualmente antiobreros y reaccionarios de la derecha a sueldo del imperialismo estadounidense, la única alternativa que tenemos los trabajadores es confiar en nuestras propias fuerzas y organizarnos.

Debemos crear con decisión y tenacidad un verdadero Frente Unido de los Trabajadores, impulsar la construcción de comités de acción y lucha en cada rincón del país con plena autonomía, sin burocracia, desarrollando los principios  asamblearios, democráticos y combativos, con un programa marxista revolucionario para acabar con este estado de terror, miseria y opresión capitalista, confiscar los bancos y las grandes empresas poniéndolos bajo la administración directa de la clase obrera y construir un estado obrero revolucionario que acabe con el poder de los capitalistas y burócratas