Las aguas siguen corriendo debajo del puente. El imperialismo yanqui no puede ocultar que sigue desarrollando sus planes para neutralizar al presidente Chávez, pues, desde su óptica imperial, es un pertubador en el plano internacional. Son varios los medios que se han hecho eco de declaraciones de altos funcionarios norteamericanos en este sentido.

Hemos dicho que estos planes imperiales tienen que ver con el proceso social revolucionario que se viene desarrollando en nuestro país y que es precisamente por ello que de nada valen los gestos amistosos que emita el Gobierno Bolivariano y los acuerdos económicos que se firmen con las transnacionales gringas. El problema es que en Venezuela se está desarrollando un ascenso en la lucha social que se manifiesta en el fortalecimiento paulatino y ascendente de la organización y capacidad de combate de los trabajadores, así como de un proceso de activación en las UBEs y Misiones por la democratización de los niveles dirigentes. Todo esto se da en un ambiente marcado por el presidente Chávez, quien desde el Foro Social de Porto Alegre viene expresando que el capitalismo es la raíz de nuestros males y que sólo el Socialismo, el verdadero Socialismo democrático y participativo, es la solución a los mismos.

Las críticas a la compra de armas a diversos países por parte del gobierno nacional no se deben a que se le compra a la competencia. No. Esa compra tan solo sirve de excusa para arreciar los ataques contra Chávez, para intentar aislarlo a nivel internacional y acorralarlo a fin de que retroceda políticamente. Este ataque va acompañado con la repetición del supuesto carácter semi dictatorial o dictatorial del gobierno. Y a los gobiernos dictatoriales se les puede aplicar la Carta Democrática y justifica la desestabilización, la invasión o una nueva intentona golpista.

Por ahora estos ataques no obtienen los resultados deseados por el imperialismo pues la situación internacional, sobre todo en América Latina, sigue siendo de ascenso. Esto se refleja en los sucesivos triunfos de gobiernos percibidos como de izquierdas, como el de Tabaré Vásquez y el Frente Amplio en Uruguay, así como con el ascenso de las luchas de los sectores populares y obreros, como sucede con la inestabilidad en el altiplano boliviano. Pero el imperialismo es perro viejo y seguirá latiendo, así sea echado, hasta que pueda morder... o sea expulsado de una vez por todas fuera de nuestras fronteras.

El significado del planteamiento socialista

El que Chávez haya empezado a declarar que la alternativa al capitalismo, la raíz de nuestros males, es el socialismo, es bien importante pues muestra un avance con respecto a planteamientos anteriores en los que señalaba al neoliberalismo o capitalismo salvaje como el problema a resolver. Esto dejaba entrever la ilusión de la posibilidad de buscar una alternativa como el capitalismo ‘no salvaje’, de ‘rostro humano’ o nacionalista. Más adelante el mismo Chávez, y como producto de las agresiones abiertas del imperialismo contra nuestro país y el propio gobierno, pasa a señalar que el enemigo a vencer es el imperialismo, con lo cual aclara la perspectiva de una lucha antiimperialista, aunque manteniendo la posibilidad de una salida nacionalista dentro del capitalismo.

El hecho que ahora se identifique abiertamente al capitalismo y no al imperialismo como la raíz de nuestros males, es un salto adelante en la discusión política nacional. Como el propio Chávez viene señalando, ante el capitalismo sólo el socialismo es la alternativa. Si por añadidura recordamos que Chávez hizo mención de que la solución era el socialismo, pero no cualquiera, sino el verdadero socialismo, entonces ello también abre la discusión sobre cuál socialismo es el que queremos y que en ningún modo puede ser el que imperó en la URSS a partir de la degeneración burocrática a mediado de los años 20 del siglo pasado.

Chávez viene evolucionando en su pensamiento político de manera positiva. Sus planteamientos impulsan una tremenda discusión en el seno de los trabajadores y el pueblo y dentro de la propia vanguardia y ello ayuda a radicalizar el proceso social que estamos viviendo.

Pero Chávez, aunque no define con precisión el socialismo que él concibe, lanza sus dardos contra las cooperativas que no son sino empresas disfrazadas para aumentar el grado de explotación de los asalariados. Impulsa la discusión sobre la Cogestión y el Control Obrero, no solo son la expropiación de VENEPAL y la creación de INVEPAL, sino que mueve sus fichas y abre una discusión en ALCASA, en Guayana, para transformar esta empresa en un ente cogestionado. También se estudia el caso Constructora Nacional de Válvulas, a la vez que sigue apoyando el proceso cogestionario en CADAFE, el cual ha abierto un interesante debate en el seno de los trabajadores de este sector, lo que a su vez viene generando nuevas contradicciones que generan nuevas posturas, que incluso ha llevado a estos trabajadores a elaborar un proyecto de Ley de Cogestión.

Nuevos elementos

Desde hace un tiempo nosotros planteamos la necesidad de impulsar una política de autodefensa obrera y popular con la conformación de milicias dependientes de las organizaciones de los trabajadores. Después de algunos sucesos y agresiones imperialistas y la amenaza de una provocación militar desde Colombia, el gobierno decidió impulsar la creación de las reservas militares y para ello llamó a la incorporación de los jóvenes en edad militar. No era exactamente lo mismo que planteábamos pero sin duda esto, más el discurso de Chávez sobre el desarrollo del concepto del pueblo en armas, abrió la posibilidad de debatir e impulsar el armamento de los trabajadores y el pueblo. Hoy, cuando la amenaza imperialista vuelve a reactivarse abiertamente, la necesidad de reabrir la discusión sobre la creación de milicias obreras y populares se pone a la orden del día.

Es por ello que la noticia de la creación de Unidades de Defensa Popular, que no es otra cosa que unidades de preparación militar de manera abierta para sectores populares, es una muestra bien interesante de las cosas que vienen apareciendo dentro del proceso revolucionario. Tal y como lo plantean estos compañeros que se vienen organizando de manera abierta en la urbanización de El Paraíso en Caracas, su objetivo es enseñar al pueblo la táctica militar para la autodefensa a la hora de una agresión imperialista o golpe militar. Lo hacen abiertamente, lo que trasciende al planteamiento de focos guerrilleros secretos aislados de las organizaciones de masas. Esta experiencia planteada tiene que tener plena autonomía de las FAN, es un buen punto de partida para la discusión y puesta en práctica de una experiencia de organización y preparación militar de los trabajadores y el pueblo tal y como lo concibieron Marx, Engels, Lenin y Trotsky.

Un marco nacional y una necesidad vital

Tal y como lo discutimos en diciembre a la hora de aprobar nuestro documento sobre la situación nacional y perspectivas para el 2005, la victoria del 15A y la del 31O abría un período donde la clase trabajadora podía entrar en escena por sus propias reivindicaciones de manera creciente y ello ha empezado a suceder: En Caracas con los trabajadores de Italcambio, Diario El Globo y El Diario de Caracas, Industrial de Perfumes - Cristin Carol, en Aragua con los de la planta de Snack’s América Latina, Sergettca, Mediterránea Alimentos, en Valencia con lo de Proimca, subcontratista de Constructora Samiconsult del complejo habitacional de Ciudad Plaza y en Lara con los conflictos en Embutidos Arichuna, Alentuy, SATECA, los Peajes, Universidad Fermín Toro, en el Seguro Social, en el Centro de Distribución de Snack’s América Latina y Central Pío Tamayo. Queremos destacar la pelea de los trabajadores de CADAFE por la Cogestión de la empresa, pelea que está en pleno desarrollo. Así mismo se viene desarrollando un movimiento pre conflictivo de envergadura nacional en PDVSA con el despido de trabajadores que entraron a trabajar durante la contingencia, en una clara ofensiva de la derecha disfrazada de bolivarianos, contra los compatriotas y camaradas que impidieron el hundimiento de PDVSA durante el paro patronal y sabotaje petrolero de diciembre 2002.

Toda esta situación que se desarrolla pareja a un proceso de democratización de las UBEs y del proceso electoral interno del MVR, donde bajo unos nuevos estatutos, que introducen elementos novedosos en el mismo, le dan posibilidad de participación de organizaciones obreras y populares en el mismo.

Esta panorámica hace más que evidente que se requiere una Unión Nacional de Trabajadores (UNT) con mayor coherencia y efectividad política. Una UNT que pueda desarrollar su programa fundacional en pro de la profundización de la revolución venezolana. Una UNT que asuma la vanguardia de las luchas en defensa de los intereses de los trabajadores del sector público y privado.

El movimiento obrero requiere de una UNT capaz de promover verdaderas movilizaciones en solidaridad con las luchas que se vienen desarrollando y de plantearse otras para combatir de manera efectiva a la contrarrevolución que todavía anda conminando de manera agazapada. Estas movilizaciones y luchas ayudarán a conformar verdaderas direcciones regionales y nacionales, respetadas por los trabajadores y que deben poner en primer orden la necesidad de nacionalizar el sistema bancario, los grandes monopolios de la alimentación, del vestido y del calzado, del sistema eléctrico y de las industrias básicas, todas bajo control de los trabajadores.

En las últimas reuniones de trabajadores afiliados a la UNT se ha podido notar un gran desconcierto por la parálisis ante tantos problemas y por el surgimiento de conductas sindicales no cónsonas con una visión revolucionaria del proceso y que mantienen maniatado a los trabajadores frente a patronos, especialmente del sector público. Es por ello que planteamos la necesidad de crear una Corriente Sindical Socialista que dé la pelea consecuente por el programa fundacional de la UNT y por el impulso de la revolución socialista, que es el único camino que permitirá llevar a buen puerto la Revolución Bolivariana.

Esta Corriente, que ha de fortalecer las mejores tendencias dentro de la UNT, tendrá que extenderse hacia los otros sectores sociales que vienen irrumpiendo contra el burocratismo, la corrupción, la imposición de posiciones y contra políticas claramente contrarrevolucionarias, y crear vínculos para convertirse en el motor de la profundización del proceso social revolucionario en la única dirección posible: el Socialismo.

Desde la Corriente Marxista Revolucionaria nos comprometemos a seguir aportando ideas y propuestas para la discusión, así como nuestra militancia diaria en función de ayudar a fortalecer la UNT y las organizaciones populares y estudiantiles identificadas con el proceso revolucionario venezolano. Lo que venimos declarando desde un principio, ya lo ha señalado el presidente: el único camino posible es completar la revolución avanzando hacia el socialismo, no sólo en Venezuela, sino impulsando la revolución en toda América Latina y el mundo.

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