#JobstownNotGuilty / #JobstownNoEsCulpable

El gobierno de derechas y el Estado irlandés han lanzado un ataque brutal contra decenas de activistas y dirigentes que protagonizaron la campaña contra la imposición de unas tasas salvajes sobre un bien tan imprescindible como el agua. Un gran movimiento de masas que consiguió derrotar una de las medidas estrella de los planes de austeridad de la troika contra el pueblo irlandés. Dicha campaña impulsó el boicot masivo al pago, que secundó nada menos que el 75% de la población, manifestaciones multitudinarias y numerosas acciones de protesta que finalmente pusieron al gobierno contra las cuerdas, teniendo que eliminar la tasa al agua por el momento.

El gobierno irlandés quiere encarcelar a los luchadores de Jobstown

Tras esta tremenda victoria, el gobierno y las élites irlandesas claman venganza y quieren dar una lección a este movimiento reprimiendo abiertamente a dirigentes y activistas, amenazados a día de hoy incluso con la prisión permanente, máxima pena prevista a este respecto. Se pretende imputar a 17 activistas y dirigentes por “detención ilegal”, incluidos Paul Murphy —diputado en el parlamento irlandés por la Anti Austerity Alliance (AAA) y miembro del Socialist Party— y dos concejales del ayuntamiento de Dublín, también de la AAA y del SP.

Se les acusa por haber retenido durante dos horas el coche de la entonces viceprimera ministra Joan Burton, del Partido Laborista, en una acción en el barrio obrero de Jobstown, dentro del marco de protestas contra las tasas del agua en 2014. Por estos se les acusa de retención ilegal, de ¡secuestro! Una completa barbaridad propia de un estado totalitario. Se trata de un auténtico montaje para intentar desacreditar a este masivo movimiento que ha doblegado al gobierno y a la troika, así como para tratar de atemorizar a jóvenes y trabajadores con el fin de paralizar la movilización social contra las políticas de ajuste y recortes.

El pasado 20 de octubre, un menor de edad participante en esta protesta fue el primero en ser juzgado, siendo considerado culpable de “detención ilegal”. El movimiento y la familia del compañero ya han recurrido esta vergonzosa sentencia. A partir del 24 de abril, comenzará el juicio contra los otros 17 compañeros, incluyendo el diputado Paul Murphy y otros significados dirigentes y cargos públicos, que se enfrentan a largas condenas de cárcel y a su inhabilitación como cargos públicos. Una forma de desalojarles antidemocráticamente de las instituciones para las que fueron elegidos, e impedir que sigan utilizándolas al servicio de la mayoría de la población y en defensa de los derechos de jóvenes y trabajadores.

Tanto la sentencia que ya se ha dictado, como una posible condena a estos compañeros, supone un precedente muy grave, pudiendo cualquier piquete de huelga o cualquier manifestación pacífica, a los ojos de la ley irlandesa, ser considerados como acciones de “detención ilegal” y perseguidas penalmente. Un abogado indicó recientemente que la condena impuesta al menor de edad supone “una receta para el totalitarismo”. Y la única y verdadera razón para procesar a todos estos compañeros es por el “delito” de luchar y vencer las políticas de austeridad.

Los juicios políticos de Jobstown tratan de impedir que los jóvenes y los trabajadores confiemos en nuestras propias fuerzas, en nuestros métodos de lucha mediante la manifestación y la protesta pacífica, enviando el mensaje de que la protesta es un acto criminal y que los activistas somos unos delincuentes. Por eso el viejo dicho “un ataque a uno es un ataque a todos” es claramente aplicable en este caso. Los activistas de Jobstown no son culpables, lo son los partidos procapitalistas que destruyen las condiciones de vida de las masas con sus políticas.

Campaña de solidaridad internacional

Para responder a esta agresión se ha puesto en marcha una campaña de solidaridad internacional con los compañeros de compañeros Jobstown. Desde estas páginas llamamos a desplegar la mayor solidaridad internacionalista con estos compañeros y compañeras. Llamamos a los trabajadores y a la juventud, a los sindicalistas y luchadores de los movimientos sociales a manifestar su solidaridad con los perseguidos y con el compañero que ya ha sido condenado, exigiendo:

• Retirada inmediata de todos los cargos a los 17 compañeros que serán juzgados a partir del 24 de abril.

• Anulación de la condena al joven juzgado por protestar pacíficamente.

Ya han sido numerosos los diputados europeos de la izquierda que han firmado esta petición. Entre los más destacados se encuentran Jean-Luc Mélenchon, diputado del Partido de la Izquierda en Francia; Marina Albiol, de Izquierda Unida; Tania González, de Podemos; Lidia Senra, de Alternativa Galega de Esquerda; Martina Anderson, Matt Carthy, Lynn Boylan, Liadh Ni Riada, los cuatro del Sinn Féin de Irlanda del Norte; Dimitris Papadimoulis, de Syriza y vicepresidente del parlamento europeo. Además, firman la petición diputados finlandeses, griegos, portugueses, daneses, alemanes, italianos, chipriotas... También se ha sumado a la campaña de solidaridad de Jobstown Yanis Varoufakis, el exministro de Finanzas en el primer gobierno de Syriza, quien además ha publicado en YouTube (bit.ly/2lOUnHi) una declaración de solidaridad para reforzar su compromiso con esta campaña.

Envía mensajes de apoyo, firmados individualmente o como organización, a: Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.

También se puede firmar la petición online en: bit.ly/2mNhSPc


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