El malestar social por las consecuencias de la peor crisis económica y financiera desde 1930 sigue creciendo en Europa, con huelgas en marcha y planeadas a lo largo del continente en trenes, aerolíneas y otros sectores.

El malestar social por las consecuencias de la peor crisis económica y financiera desde 1930 sigue creciendo en Europa, con huelgas en marcha y planeadas a lo largo del continente en trenes, aerolíneas y otros sectores.

El tren suburbano más utilizado de Europa, el "RER A" parisiense, seguía casi paralizado el jueves por octavo día consecutivo a raíz de una huelga de sus trabajadores.

Mientras tanto, en Grecia, miles de personas salieron a las calles a protestar contra el plan de ajuste anunciado por el gobierno para tratar de sacar al país del caos financiero.

De cara las fiestas navideñas, hasta un millón de pasajeros de British Airways se enfrentan a unas vacaciones de fin de año de pesadilla, luego de que el personal de cabina de la compañía británica votase a favor de una huelga en esas fechas para protestar contra los despidos y las condiciones de trabajo.

La recesión se siente incluso a nivel local. Un sindicato de la policía francesa ha convocado a una huelga de tickets de parking para protestar por negociaciones salariales paralizadas.

En Francia, cientos de miles de personas tuvieron que luchar el jueves para llegar a sus trabajos, ya que a la huelga de algunas líneas de trenes suburbanos se sumó una fuerte nevada que complicó el tráfico.

Según las autoridades, los embotellamientos alrededor de París alcanzaron los 320 kilómetros.

El "RER A" transporta más de un millón de pasajeros por día, una cifra que lo convierte en una de las líneas más utilizadas del mundo.

Las autoridades de transporte de París han logrado hasta el momento asegurar servicios en forma mínima, pero las protestas de los pasajeros siguen creciendo.

En Grecia, miles de profesores, médicos de hospital y periodistas respondieron a la convocatoria para una huelga convocada por los sindicatos comunistas y de la izquierda radical en protesta contra el recorte de gastos ordenado por el gobierno socialista.

Más de 60 manifestaciones estaban previstas en las principales ciudades del país, aunque las dos grandes confederaciones sindicales, la GSEE (600.000 afiliados) para el sector privado y la ADEDY (200.000 miembros) para la función pública, ambas dirigidas por socialistas, no quisieron asociarse a la protesta.

El primer ministro griego Georges Papandreou prometió el lunes pasado reducir el déficit público del 12,7% del PIB (Producto Interior Bruto) estimado para 2009 a menos del 3% del PIB en 2013, a un ritmo anual de -2% a partir de 2011.

Entre las medidas para lograr esta reducción del gasto, Papandreou propuso recortar en un 10% el gasto público, congelar los salarios superiores a 2.000 euros y frenar las contrataciones hasta 2010.

En Londres, en tanto, un tribunal tenía que pronunciarse sobre la legalidad de una huelga de 12 días planeada por el personal de cabina de British Airways que amenaza con convertir en una pesadilla las vacaciones de Navidad.

Más de 10.000 empleados, sobre un total de 14.000 de BA, aprobaron por aplastante mayoría (92,49%) el recurso a una huelga a partir del martes 22 de diciembre.

El sindicato Unite explicó que se trataba de protestar contra la supresión de 1.700 puestos en el personal de navegación, un congelamiento de los salarios durante dos años y la creación de un "sistema a dos velocidades" a través del reclutamiento en condiciones inferiores de nuevos empleados.

En caso de confirmarse, se trataría de las primera huelga de personal de cabina de BA desde 1997, indicaron medios británicos.


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