¡Derrotar a la derecha y luchar por un programa socialista!

La campaña electoral arranca, y los candidatos marxistas en Unidad Popular-Izquierda Unida de Sevilla, Santiago Jiménez y Paky Bejarano están realizando actos públicos en la provincia. El primero el pasado viernes día 4 en Villaverde del Río, con una nutrida asistencia de trabajadores y jóvenes de la localidad. Los próximos serán el viernes 11 en el Viso del Alcor a las 19.30h (Centro cívico Maria Zambrano), el domingo 13 en Guillena a las 12.30h, y el martes 15 en La Algaba a las 19.00 horas.

A continuación publicamos un artículo de los compañeros en el que se señala el programa con el que nos presentamos a las próximas elecciones del 20D. ¡Todos a derrotar a la derecha en las urnas y en las calles!

Unidad Popular para transformar la sociedad

Después de un convulso proceso de primarias plagado de incidencias y abandonos, la candidatura de Unidad Popular (Ahora en Común) en la provincia de Sevilla se ha presentado en un acto público. Encabezada por Miguel Ángel Bustamante, joven maestro afiliado PCA, incluye entre otros a Santiago Jiménez y Paky Bejarano, también del PCA y miembros de la corriente marxista El Militante, en los puestos 7 y 8 de la lista al Congreso.

La difícil tarea de formar un frente unitario de izquierdas

La plataforma de convergencia impulsada por el sector de IU encabezado por Alberto Garzón se ha encontrado con muchas dificultades internas y sólo ha conseguido sus objetivos parcialmente. La alianza con Podemos ha quedado definitivamente descartada y para colmo Iniciativa per Catalunya, cuyos votos son fundamentales para alcanzar el 5% y que IU tenga grupo político en el parlamento, concurre en otra coalición con Podemos como ya hiciera en las autonómicas catalanas.

Estas tensiones internas han alcanzado en Sevilla un grado muy elevado a propósito de las primarias para configurar la candidatura. Por cierto, un fraccionamiento y un enfrentamiento que ya existía en la estructura sevillana de IU y que ha acabado por trasladarse sin matices al proyecto de confluencia. La cuestión es que Izquierda Abierta y la militancia de la CUT de Sánchez Gordillo que aún queda en IU, han decidido no participar en este proceso y desligarse de Unidad Popular, dejando el peso político casi en exclusiva al Partido Comunista.

En este sentido, el PCA tiene la difícil papeleta de mantener el diputado que se consiguió en Sevilla en las últimas elecciones generales pero ahora en unas condiciones políticas más complicadas. La táctica correcta de orientar la organización hacia un frente de izquierdas que conecte con los movimientos en lucha no acaba de consolidarse y sin embargo es la propia estructura y organización de IU la que se resquebraja en medio de la confrontación interna y las deserciones.

Se corre el peligro de que los trabajadores y la juventud sólo vean en esta plataforma electoral una extensión de IU y sus problemas, los mismos que la han llevado a perder espacio político, militancia y votos, algo que se agrava aún más en Andalucía después de la errática participación de IU en el gobierno de recortes de la Junta de Andalucía. Es necesario romper esta imagen negativa, y defender un programa político a la altura de lo que están demandando los sectores más avanzados de la clase obrera y un discurso coherente durante la campaña pueden cambiar la tendencia.

Un programa de ruptura con el capitalismo

Esta es precisamente la gran aportación de la asamblea de Sevilla y de Andalucía al proyecto unitario. Su elaboración ha sido fruto del debate político colectivo y asambleario, donde las posiciones más reformistas, más acordes con lo que asume el sistema capitalista, han sido minoritarias frente a la defensa de propuestas con un contenido anticapitalista y de clase, combinadas con las premisas básicas de un genuino programa socialista: nacionalización de la banca y de los sectores estratégicos de la economía, reforma agraria basada en la expropiación del latifundio, planificación democrática de la economía, etc. El programa levanta las consignas que han popularizado las marchas en lucha, “pan, trabajo y techo”, pero, correctamente reconoce que estas necesidades básicas no pueden ser satisfechas bajo el dominio de los poderes económicos y de una falsa democracia sometida a los dictados de la banca y el capital. Las medidas de urgencia social y el restablecimiento de los derechos sociales y democráticos perdidos en estos años constituyen un verdadero programa de transición, es decir, un conjunto de reivindicaciones reconocibles y aceptadas por los trabajadores para que la experiencia de la lucha cotidiana contra los ataques de los empresarios y del estado burgués sirva para poner en el orden del día la necesidad de abordar las tareas socialistas. Para ello, como señalamos en el programa, hay que “extender la democracia real a las fábricas, los centros de trabajo y estudio, barrios en la ciudad y el campo, creando los órganos de poder y control ciudadano y obrero”.

Es efectivamente un arma para ganar la atención de amplias capas de los trabajadores machacados por la crisis, por el paro y por los recortes capitalistas. La cuestión es que los representantes de Unidad Popular se lo crean y lo defiendan coherentemente durante la campaña y después de ella. Decimos esto porque este es el contenido del programa aprobado en Andalucía, pero no es el mismo de Unidad Popular en el resto del estado, más del corte de lo que ha sido el programa federal de IU en estos años. De hecho, las aportaciones andaluzas, que no cuadran ni pueden introducirse en la “aplicación informática” con la que supuestamente se ha elaborado el programa federal, serán consideradas un “anexo” al programa, y gracias.

Los marxistas de El Militante lo tenemos meridianamente claro. Defenderemos el programa andaluz.


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