Condena del asesinato de Raúl Reyes y de la agresión del gobierno colombiano a Ecuador y Venezuela
1) La ofensiva del imperialismo norteamericano se intensifica contra la revolución latinoamericana. El imperialismo observa como se le escapa de las manos el control sobre el continente y está recrudeciendo su campaña contra la revolución. Muy particularmente, el punto de mira del imperialismo se sitúa sobre la revolución Venezolana y el referente que está suponiendo para las masas en toda América Latina. Por todo ello las maniobras y presión del imperialismo para frenar el giro a la izquierda en todo el continente y especialmente en Venezuela.
2) En ese sentido, la mediación con éxito de Chávez en la liberación de los rehenes, sumado a la crisis interna en Colombia y la perspectivas de la paz han empujado a la oligarquía y al imperialismo a atacar brutalmente a las FARC asesinando a Raúl Reyes que era responsable de esas negociaciones para la liberación. La mediación de Chávez en ese proceso ha generado enormes expectativas entre las masas y ha producido más divisiones en el seno de la clase dominante. Al mismo tiempo, la mediación de Chávez en la liberación de los rehenes de las FARC era una piedra de tranca en el intento de criminalizar la revolución venezolana ante las masas trabajadoras de todo el mundo por parte del imperialismo.
3) El asesinato de Raúl Reyes y 18 guerrilleros de la FARC pone al descubierto, una vez más, la política del estado colombiano y del gobierno de Uribe de impedir cualquier salida pacífica al conflicto con la guerrilla y con ello, el desprecio de las vidas de los secuestrados. El gobierno de Uribe sobre vive sobre la base de incitar la guerra interna y apelar continuamente a la lucha contra la guerrilla como un medio de atacar y destruir a la izquierda en Colombia. Con esta masacre el gobierno de Uribe y el imperialismo norteamericano pretendían sabotear las gestiones a favor de la liberación de rehenes y con ello dar un paso hacia la paz en Colombia.
4) El Gobierno Colombiano, en el intento de sabotear el proceso de liberación de rehenes y la búsqueda de una salida pacífica no ha dudado en invadir y bombardear el territorio ecuatoriano. Para cubrir esta tropelía, el gobierno de Uribe ha tenido que cubrirlo con una montaña de mentiras para justificar el ataque. En un primer momento, Uribe señalo que el gobierno de Ecuador tenía conocimiento del ataque y que este se había producido tras un ataque de las FARC. También acotó que los guerrilleros habían sido abatidos en la persecución por el ejército colombiano, cosa que se demostró ser falsa. Las tropas del gobierno de Ecuador pudieron ver como la mayor parte de los guerrilleros muertos, estaban en pijama y habían sido sorprendidos mientras dormían por el bombardeo de las fuerzas colombianas. Ante la evidencia de las mentiras, desde Bogotá, el gobierno colombiano cambio el tono y ha empezado a acusar al gobierno de Ecuador de estar apoyando a la guerrilla, según documentos intervenidos en el ataque contra las FARC.
5) La táctica del imperialismo norteamericano y su títere en Bogotá esta siendo la de criminalizar a los gobiernos de Ecuador y de Venezuela asociándolos con la guerrilla con el fin de criminalizar la revolución en ambos países y preparar nuevas agresiones contra los dos países, ligándolos a la guerrilla y el narcotráfico. La mano del departamento de estado norteamericano es clara tratando de asociar a Venezuela y Ecuador con el terrorismo y la guerrilla.
6) Al mismo tiempo que se producía esta situación el gobierno de Colombia a desplazando tropas a la frontera venezolana. Ante la amenaza que supone este movimiento de tropas, el presidente Chávez dio orden de desplazar 10 batallones a la frontera con Colombia con el fin de prevenir cualquier agresión contra Venezuela o incursión del ejército colombiano contra el mismo.
7) La clase trabajadora de toda América Latina y de todo el mundo debe estar alerta ante la amenaza de una ataque militar contra Venezuela o Ecuador. El imperialismo norteamericano no dudará en dividir a los pueblos hermanos de América Latina para enfrentarlos y someterlos; no dudará en balcanizar América Latina para mantener la explotación imperialista y el sistema capitalista. El gobierno reaccionario de Uribe títere del imperialismo norteamericano puede transformarse en el instrumento para una intervención militar contra Venezuela y Ecuador. El gobierno Colombiano, armado hasta los dientes por el imperialismo supone una amenaza contra la revolución venezolana y en todo el continente. En caso de realizarse cualquier nueva agresión por parte de Colombia tanto los gobiernos Venezolanos y ecuatorianos estarían en su derecho en defenderse con todos los medios en su mano de esa agresión.
8) El asesinato de Raúl Reyes muestra como la única manera de lograr la paz en Colombia es a través del derrocamiento revolucionario del Gobierno de Uribe por la clase trabajadora colombiana aliada con los campesinos de país. Sólo la lucha de masas en las ciudades luchando por el socialismo puede garantizar la paz. La lucha por la expropiación de los medios de producción a la burguesía en Colombia y la destrucción del aparato del estado Colombiano a través de la lucha de masas de la clase trabajadora, puede garantizar la victoria. Las fábricas deben estar bajo control de los obreros y las tierras en control de los campesinos. La victoria puramente militar contra el estado colombiano es imposible. Más de 70 años de lucha heroica guerrillera han demostrado las limitaciones de esta forma de lucha y han conducido al actual impasse. La lucha guerrillera en el campo sólo puede triunfar como auxiliar de la lucha de la clase trabajadora en las ciudades. Sólo la insurrección de las masas obreras armadas en la ciudad puede poner fin a este régimen reaccionario y sangriento.
9) Los marxistas de la CMR repudiamos el asesinato del Raúl Reyes y la violación del ejército colombiano del territorio ecuatoriano y apoyamos las acciones preventivas tomadas por los gobiernos de los Presidentes Chávez y Correa. Existen poderosos intereses en el seno del aparato del estado Colombiano para impedir la paz. Cada vez más la burguesía colombiana está más dividida por el peso del paramilitarismo en la economía de su país y en el control del aparato estatal. La crisis por arriba es un reflejo de que las masas están empezando a despertar tras años de represión brutal y de una guerra civil unilateral por parte del aparato estatal colombiano y su brazo paramilitar. La guerra se puede convertir en la salida desesperada por mantenerse en el poder de Uribe. Sin embargo guerra y revolución van unidas de la mano.
10) Si el imperialismo norteamericano acaba imponiendo la intervención del ejército colombiano contra Venezuela es necesario que muy particularmente los trabajadores, los campesinos y los pobres colombianos se alcen contra esta intervención imperialista. Una agresión contra Venezuela o Ecuador debe ser el toque de corneta de la revolución socialista colombiana. Uribe tratando de apagar el fuego revolucionario en América Latina debe encontrarse con que la chispa de la revolución socialista se prende en Bogotá.
11) Desde Venezuela y Ecuador, el pueblo y los trabajadores podrán ayudar a la liberación del pueblo colombiano y socavar la amenaza de la burguesía colombiana y del imperialismo, profundizando la revolución socialista en cada uno de sus países, expropiando a los capitalistas y construyendo un autentico estado revolucionario. Es decir, marcando el camino para el oprimido pueblo colombiano en su lucha por la liberación del yugo del capitalismo y el imperialismo. Esa es la mejor garantía para evitar la guerra y las maniobras del imperialismo.
12) Nuestras consignas son: ¡No a la agresión de Uribe-Bush contra Ecuador y Venezuela. Por la unidad de los trabajadores, campesinos de Colombia, Ecuador y Venezuela. Abajo el gobierno reaccionario de Uribe. Viva la revolución socialista en Venezuela, Colombia y Ecuador. Viva la Federación socialista de América Latina y el Caribe!