La principal idea de este folleto es que el debate sobre el control obrero es muy importante aunque insuficiente por sí mismo para lograr que el control obrero se imponga en nuestro país.
El control obrero se desarrollará exitosamente si desde los trabajadores de las empresas que lo implementan, ayudadas por el resto de la clase obrera organizada, se consigue extender el control obrero de la producción al resto de la industria pública y privada del país. Marx decía que un paso adelante del movimiento vale más que una tonelada de teoría. Concretamente, la toma bajo control obrero y su posterior expropiación de un grupo de empresas amplio, (100, 200, 1.000 a nivel nacional) sería el auténtico impulso para el control obrero y salto definitivo para la revolución socialista. Por ello, la conclusión de este folleto es eminentemente práctica: la vanguardia de los trabajadores en el PSUV y la UNETE debe organizarse para que la clase trabajadora en su conjunto se ponga al frente de la revolución por la vía de los hechos, extendiendo el control obrero a lo largo y ancho de nuestro país mediante la extensión de la lucha, la toma y la nacionalización de empresas bajo control obrero, coordinándolas a nivel local, regional y nacional. Ésa es la tarea principal que impulsamos los camaradas de la CMR y el FRETECO.
El mismo se compone de tres partes y un anexo. La primera explica algunos conceptos básicos del funcionamiento del sistema capitalista de producción, necesarios para entender el desarrollo de la lucha de clases en el cual se genera el control obrero; la segunda aborda el tema del socialismo y el papel que debe jugar la clase obrera en su construcción; y la tercera se refiere al control obrero, qué es, su origen y experiencias, y la forma de desarrollarlo y extenderlo. Siguen los anexos que ampliarán y detallarán más los conceptos abordados en este trabajo, a través de ejemplos y propuestas concretas.
El abismo que divide la sociedad en dos clases se hace cada vez mas profundo. Por un lado, acumulan los capitalistas todas las riquezas del mundo, mien tras reina en la clase oprimida la miseria y el hambre. Los desempleados representan la clase de los hambrientos, desmoralizados y embrutecidos. Pero aun los que trabajan están cada vez más distantes en su nivel de vida del de los capitalistas. La diferencia entre proletariado y burgue sía se hace cada vez mayor. También es verdad que las condiciones de los obreros se han mejorado con el desarrollo del capitalismo, pero aumenta aún más rápidamente la ganancia del capitalista. En la actualidad la clase obrera está tan lejos de la capita lista como el cielo de la tierra. Cuanto más se desarrolla el capitalista tanto más enriquecen los grandes capitalistas y tanto más profundo se hace el abismo entre esta pequeña falange de reyes sin corona y la gran masa de proletarios esclavizados. Hemos dicho que los salarios crecen, pero que la ganan cia aumenta con, mucha más rapidez, y que por esta razón el abismo entre las dos clases se hace cada vez más profundo.
Basados en ese análisis científico de la sociedad y de su evolución a través de la historia que realizaran Marx y Engels, coincidimos con el presidente Chávez en que desde hace mucho tiempo el capitalismo, como sistema social, ha dejado de dar respuestas a la humanidad y ya no satisface las necesidades más elementales de la misma, llegando al extremo de poner en peligro la propia existencia de la vida en la Tierra con su forma anárquica y depredadora de producción. Las relaciones de producción capitalistas desde hace más de un siglo se han convertido en una traba para el desarrollo de las fuerzas productivas lo que ha provocado las numerosas revoluciones sociales que se han venido dando en el mundo desde entonces y de las cuales forma parte la Revolución Bolivariana. En ese sentido, estamos convencidos que ha llegado la hora, incluso por una cuestión de supervivencia de la propia especie humana, de dejar atrás el sistema capitalista, enterrarlo para siempre en lo más hondo de la historia y comenzar a construir la sociedad socialista, que no es otra cosa que esa sociedad de transición entre la sociedad capitalista y esa sociedad en la cual ya no existan ni la injusticia ni la desigualdad entre los seres humanos. La principal característica de esta sociedad socialista, y que por lo mismo es también la esencia de lo que nosotros entendemos por socialismo, es que la propiedad de los medios de producción ya no será propiedad privada de individuos aislados (principal característica del capitalismo) sino propiedad colectiva de toda la sociedad. Como dijera Lenin: “...El “derecho burgués” reconoce la propiedad privada de los individuos sobre los medios de producción. El socialismo los convierte en propiedad común.”
El socialismo es la ideología natural de la clase obrera. Cuando la lucha de los obreros contra el capitalista de su empresa llega a su punto más agudo, se producen ocupaciones de empresas. En esos momentos es cuando se pone de manifiesto “quién manda aquí”. La idea de expropiar al patrón y el sentimiento de que la empresa debe ser de propiedad común entre los trabajadores nace, en un momento determinado, como un desarrollo natural de su conciencia.
Continúa en Control obrero y revolución (II)