Los datos oficiales dicen que en 2008 la inflación fue muy baja, el 1,5%; menor que la subida de salarios. Los técnicos de la patronal y del gobierno llaman a la moderación salarial: la inflación es baja, por tanto los salarios no deben aumentar, y menos aún en época de crisis. Sin embargo, un análisis menos superficial de las cifras nos aporta otras conclusiones.

El año se cerró con un 1,5% de inflación, la más baja en una década, por debajo incluso de las previsiones del gobierno. Esto fue debido a las históricas bajadas del IPC en noviembre y diciembre. Pero esta inflación no se ha dado durante todo el año 2008. Al contrario, la inflación media del año pasado ha sido nada menos que del 4,1%, el nivel más alto desde 1995, con picos por encima del 5% en el verano. De hecho, en julio alcanzó el 5,3%, la más alta desde el año 1992.
Así, los trabajadores y pensionistas que recibieron un aumento al empezar el año 2008 han perdido poder de compra a lo largo del mismo, al soportar una inflación media por encima del 4,5% durante 10 meses. Al acabar el año con una disminución del IPC, no recibirán ninguna compensación por ello.

Pensionistas y cláusulas de revisión

El caso de los pensionistas es especialmente dramático. Los productos básicos fueron los que más subieron, precisamente los consumidos por los pensionistas. El sistema de pensiones establece una subida al principio de cada año igual a la previsión del gobierno para el año entrante, más la compensación por la pérdida del año que acaba, que se fija en noviembre. Los pensionistas han soportado una inflación escandalosa, con una subida en su pensión en enero de 2008 del 2%. Pero el IPC de finales de noviembre de 2008 estaba en el 2,4%, por tanto, los pensionistas reciben en enero una compensación total del 0,4% de su pensión anual, como media 55 euros, ¡por haber soportado una inflación histórica durante diez meses! El aumento será para el 2009 de 4 euros al mes.
Lo mismo ocurre con las cláusulas de revisión para los convenios, que se activan en caso de una inflación superior a la prevista. Al tomarse en cuenta la inflación final del año no se activan y no se recupera lo perdido.

El IPC no mide el poder adquisitivo de los trabajadores

Desde la entrada del euro hemos denunciado en estas páginas que el IPC, índice elaborado por el Instituto Nacional de Estadística (INE), no representa el poder adquisitivo de los trabajadores. Por resumir las principales críticas (aunque no las únicas) el IPC pondera el gasto de una familia media, incluyendo todo tipo de gastos. Pero los productos que más han subido han sido precisamente los básicos, que es donde pensionistas y trabajadores gastan más proporción de dinero, con lo que disponen de menos dinero para afrontar otros gastos. El IPC considera todos los gastos iguales, sin distinguir que para una familia de trabajadores, el poder de compra no es proporcional al IPC, sino lineal, con unos gastos fijos prioritarios de alimentación, transporte, vivienda, agua, luz, etc., y el resto. Si los gastos básicos suben, la ponderación de estos en el IPC debería cambiar, pero es fija. Por tanto, una bajada de precios en otros gastos no supone un aumento de poder de compra, al disponer de menos dinero para ellos, por el aumento de los básicos. Por si esto fuera poco, el gasto que más ha subido, hasta arruinar a muchas familias, la vivienda, no es considerado un gasto, sino una inversión y, por tanto, no forma parte del IPC.

¿Son los salarios culpables de la inflación?

Otro mito difundido alegremente es que los salarios son los culpables de la inflación. Un análisis desde 2001 demuestra que los periodos que más creció el salario medio (2003 y 2007) fueron los años con menor inflación.
Las causas de la fuerte inflación media de 2008 son fundamentalmente el precio del petróleo y la especulación. El propio director del Banco de España señalaba que "Según los datos de contabilidad trimestral del INE, en el primer trimestre de este año, los márgenes empresariales (el excedente bruto de explotación) aportaron 2,8 puntos al deflactor del PIB mientras que la remuneración de los asalariados añadió 1,4 puntos. Por lo tanto, los márgenes empresariales están aportando el doble a la inflación que las rentas salariales. Y la presión al alza de los precios del excedente empresarial no ha dejado de aumentar desde el cuarto trimestre de 2006, según la descomposición del deflactor del Producto Interior Bruto que hace el INE" (Público, 10/07/2008).
El mismo diario publicaba, el 13 de marzo de 2008, sobre le precio de la leche: "El IPC de la leche cayó en febrero un 0,7%. Una bajada insignificante, porque un cartón es todavía un 27,7% más caro que hace un año, pese a que, desde diciembre, cuando su precio en origen tocó techo (0,48 euros por litro), éste ha bajado entre un 4% y un 8%, según estimaciones de la organización agraria UPA". Durante todo el 2008 los agricultores se han movilizado contra la caída de los precios en origen de los alimentos, al tiempo que éstos aumentaban de precio para el consumidor final.

¿Bajan los precios en 2009?

Para analizar los precios en 2009 tenemos que tener en cuenta a qué se debió el aumento en 2008 y, sobre todo, la disminución de los dos últimos meses. En noviembre, la crisis era patente y provocó la caída de algunos precios de servicios y alimentos que estaban sobre valorados, como por ejemplo la leche, además de los carburantes, que llegaron a precios récord en el verano. Para calibrar en su justa medida la bajada de diciembre de 2008, hay que tener en cuenta que en diciembre de 2007 se produjo una fuerte alza, en plena cresta especulativa: los empresarios aprovechaban para aumentar precios. En diciembre de 2008 la situación era la contraria, y así electrodomésticos, vestuario (rebajas históricas en enero) volvieron a su precio. Pero esto no significa que estén por debajo de enero de 2008. Al contrario, el alquiler subió en diciembre un 4%, el transporte urbano del 4% al 8% en las principales ciudades, la luz y demás servicios públicos subieron también por encima del IPC, etc.
En vivienda es cierto que el euribor baja, pero sólo se notará en el momento de revisar las hipotecas. En caso de que se revisen en septiembre (las bajadas empezaron a tener un mínimo efecto a partir de noviembre de 2008), la bajada sólo se notará a partir de este mes de 2009, por lo que las familias tendrán que soportar sin aumentos salariales este gasto. En cuanto a los alimentos las cadenas de distribución, intentan recuperar en enero lo perdido en la campaña de Navidad y ya han encarecido los productos  frescos con la excusa del mal tiempo, sin que esto haya significado un aumento de los precios que reciben los agricultores. Se ha adelantado el dato de que en enero la inflación ha continuado bajando, pero los alimentos siguen subiendo.
En conclusión: una subida similar al IPC es, en la práctica, un nuevo recorte del poder adquisitivo de las familias obreras.

Fuente de datos: diario Público e INE


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