Las movilizaciones contra el genocidio en Gaza llenan las calles del mundo

El brutal exterminio desatado por el Estado de Israel en la franja de Gaza, condenando a sus habitantes al éxodo forzado y al hambre, sin agua, electricidad, alimentos y medicinas, y con brutales bombardeos que ya han dejado casi 3.000 muertos, un tercio niñas y niños, y más de 10.000 heridos, ha desatado la indignación de millones.

Decenas de manifestaciones en todos los rincones del mundo, especialmente en los países árabes pero también en EEUU y Europa, han inundado las calles contra el genocidio sionista, en defensa del pueblo palestino, y denunciando el cinismo sin límites de Occidente. Una indignación que se ha convertido en una bandera de lucha ante la evidencia del macabro plan del Gobierno ultrarreaccionario, racista y fascista de Netanyahu para los 2,2 millones de habitantes que se hacinan en la franja de Gaza: huir o ser exterminados.

La amenaza de evacuación de 1,1 millones de gazatíes del norte de la franja, de cara a una invasión militar para la que ya han concentrado 300.000 soldados en la frontera, no está siendo más que una excusa para justificar sus crímenes a posteriori. Una evacuación que ya ha sido calificada de imposible tanto por la ONU como por la OMS, señalando esta última que supondrá una “sentencia de muerte” para miles de heridos y enfermos críticos que se hacinan en los hospitales, incluidos niños y ancianos.

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Decenas de manifestaciones en todo el mundo, especialmente en los países árabes pero también en EEUU y Europa, han inundado las calles contra el genocidio sionista, en defensa del pueblo palestino, y denunciando el cinismo sin límites de Occidente. 

Un plan criminal que ha contado de entrada con el apoyo de EEUU y la UE, reflejado en la vergonzosa visita de Von der Leyen a Israel y su apoyo sin reservas a cualquier acción fuera cual fuera sus consecuencias. Una posición que tras la irrupción de manifestaciones masivas por todo el continente, y ante la imposibilidad de imponer su propaganda, se han visto obligados ahora a matizar.

Un movimiento de solidaridad internacionalista ejemplar

Inmensas manifestaciones han recorrido todos los países del mundo árabe desde Yemen, Irak, Qatar o Jordania, donde fueron duramente reprimidas, hasta Egipto o Marruecos, que recientemente había restablecido relaciones con Israel, bajo el patrocinio norteamericano. La movilización de las masas árabes en solidaridad con el pueblo palestino contrasta con la inacción completa de sus Gobiernos, dictaduras militares corruptas que hacen jugosos negocios con Israel, Europa y EEUU, y que han colaborado durante años en perpetuar la opresión sionista sobre Palestina.

Sin duda, temen que estas protestas vayan mucho más allá, convirtiendo la solidaridad en un levantamiento por la liberación de los pueblos árabes. Temen una nueva primavera árabe, y por eso lloran lágrimas de cocodrilo y hacen llamamientos vacíos para que la masacre respete los límites "del derecho internacional". Pero en la práctica, más allá de los discursos, hace mucho que abandonaron a su suerte al pueblo palestino. De ahí los constantes movimientos estos años para restablecer relaciones con Israel, con el objetivo de poder hacer lucrativos negocios, que ahora sí pueden verse truncados ante la magnitud del castigo contra Palestina.

Por otro lado, en EEUU las movilizaciones no dejan de crecer. Decenas de miles en Nueva York, Chicago, Portland, San Francisco, Kansas City, Washington DC… contra la brutalidad sionista y, sobre todo, contra la participación descarada de su Gobierno en el genocidio contra Gaza, enviando buques de guerra, dos portaviones, para asegurar que nadie en la región pueda responder militarmente a la limpieza étnica del pueblo palestino que se está preparando.

Aquí vemos al Gobierno “demócrata” de Biden en acción, al que algunos desde la izquierda se atrevieron a calificar de progresista, y que se ha convertido en la representación más cruda del militarismo. Que millones vuelvan a ocupar las calles de decenas de ciudades norteamericanas, pone en evidencia las serias dificultades que enfrenta el imperialismo norteamericano.

Y lo mismo podemos decir respecto a Europa, donde también decenas de miles han salido a las calles de Londres, Glasgow, Madrid, París, Lyon, Roma, Milán, Atenas… a pesar de los intentos de muchos Gobiernos de impedir mediante la represión abierta, con medidas propias de una dictadura militar, las manifestaciones o cualquier símbolo de solidaridad con Palestina.

En Francia, Macron ha dado orden a la policía de impedir por la fuerza las manifestaciones a favor de la causa palestina, e incluso ha amenazado con acusar de apología del terrorismo al NPA por un comunicado publicado en su web. En Gran Bretaña, el ministro de Justicia ha ordenado detener a quien ondee una bandera palestina, aunque se han mostrado impotentes frente a las manifestaciones de masas. Y en Alemania, el Gobierno encabezado por socialdemócratas y verdes, ¡con el vergonzoso apoyo de Die Linke!, ha ilegalizado una organización de solidaridad con los presos palestinos y acosan y detienen a cualquiera que se manifieste públicamente contra Israel y en solidaridad con Palestina. ¡Este debe ser el jardín europeo del que nos hablaba Borrell!

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Decenas de miles han salido también a las calles de Londres o París, a pesar de los intentos de sus Gobiernos de prohibir las manifestaciones o cualquier símbolo de solidaridad con Palestina. Medida propia de una dictadura militar. 

La brutalidad de Israel ha sido de tal magnitud, y a ojos vista, que ni la represión ni la nauseabunda campaña de propaganda sionista de los medios de comunicación burgueses occidentales, disfrazando y justificando el genocidio, han podido frenar un movimiento masivo ascendente de lucha. Un movimiento de solidaridad que no dejará de crecer en las próximas semanas, especialmente ante una invasión militar cuya única intención es arrasar Gaza, y si es posible, expulsar a su población como en 1948.

Las advertencias a twiter por parte de la UE, alegando supuesta desinformación en favor de Hamas, y las amenazas de Israel a periodistas en la zona, incluyendo el asesinato, son ejemplos descarados del intento para evitar que el genocidio del pueblo palestino pueda ser retrasmitido en directo. Un golpe a la libertad de prensa frente al que una inmensa mayoría de medios guardan un silencio cómplice.

En el Estado español, donde decenas de miles de personas llenaron la Puerta del Sol en Madrid este domingo, el Gobierno de Pedro Sánchez, en el que participan Sumar, el PCE y Podemos, no deja de hacerse eco de esta vomitiva campaña justificando los crímenes de Israel con la excusa de que tiene derecho a defenderse.

Así lo dijo Pedro Sánchez en un mitin este fin de semana, matizando eso sí, que puede defenderse ¡pero respetando la legalidad internacional! ¿La legalidad internacional? ¿Israel, que ha incumplido sistemáticamente todas las resoluciones de la ONU, que impulsa asentamientos ilegales y una política de apartheid en los territorios palestinos, y que da carta blanca a los colonos y soldados que asesinan con impunidad a niños, mujeres y hombres en Gaza y en Cisjordania? ¿Qué clase broma macabra es esta? ¿Se creen que somos estúpidos?

Perspectivas para la guerra. Huida hacia delante de Netanyahu y peligro de un conflicto regional

Como ya hemos explicado en nuestra última declaración, Israel atraviesa una profunda crisis interna, que le ha situado al borde del conflicto civil. En este contexto, el ataque de Hamas, que cada vez resulta más evidente era conocido por la cupular militar y los servicios secretos israelíes, y por su contraparte norteamericana[1], ha dado oxígeno a Netanyahu y su Gobierno, el más reaccionario desde la fundación del Estado de Israel con elementos abiertamente fascistas en su seno.

Ahora tratan de cerrar todas las heridas llamando a la unidad nacional en nombre de la guerra y de la destrucción de Gaza, y evitando, por el momento, rendir cuentas por unos supuestos errores de seguridad que no parecen ser tales. Al mismo tiempo, él y sus socios sionistas fascistas aprovechan la situación para fortalecer las tendencias dictatoriales atacando y cercenando derechos democráticos. Lo último, una propuesta de ley del partido de Netanyahu para poder arrestar y encarcelar a ciudadanos que “dañen la moral nacional”, difundiendo información o haciendo “propaganda” que beneficie al enemigo. ¡Esta es la tan cacareada democracia israelí!

Pero a pesar de todas estas maniobras, e incluso en esta situación, las grietas en la sociedad israelí no parecen cerrarse, y si se continúa por este camino, podrían incluso estallar a un nivel superior.

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Netanyahu y sus socios sionistas fascistas aprovechan la situación para fortalecer las tendencias dictatoriales profundizando los ataque a los derechos democráticos. ¡Esta es la tan cacareada democracia israelí! 

Las protestas, aun minoritarias, en Tel Aviv, frente a la sede del Ministerio de Defensa, exigiendo que se negocie el rescate de los rehenes y la dimisión de Netanyahu son un síntoma de que la crisis interna continúa. A pesar de haber constituido un Gobierno de emergencia nacional,  con el apoyo solo de 66 de 120 escaños en la Knesset[2], el principal partido de la oposición, de Yair Lapid, sigue negándose a incorporarse al mismo mientras Netanyahu no rompa con los extremistas. Algo que no significa que no apoye la brutal masacre sobre Gaza, sino que intenta jugar un cierto papel de contención para evitar el agravamiento de la crisis en el seno de la sociedad israelí y la extensión de la guerra en Oriente Próximo.

Según encuestas aparecidas en la prensa israelí, más de la mitad de la opinión pública (56%) cree que el primer ministro Benjamín Netanyahu debería dimitir de su cargo cuando terminen los combates. Y lo mismo piensa el 52% respecto al ministro de Defensa, Yoav Galant. El 59% no confía en absoluto o solo un poco en el Gobierno para gestionar la guerra, y el 88% de los votantes de los partidos de oposición no confían nada en el Gobierno. Unos datos que muestran las enormes complicaciones que pueden enfrentar Netanyahu, su Gobierno y la clase dominante israelí, especialmente cuando la invasión comience y las bajas del ejército israelí se disparen tal y como ya están advirtiendo diversos analistas[3].

Obviamente, y a pesar de la enorme retórica y propaganda belicista, Israel enfrenta la invasión de Gaza en unas condiciones muy negativas, que nada tiene que ver con situaciones anteriores. A eso se suma el peligro de desatar una guerra regional, con la entrada en el conflicto de Hizbulla, que ya ha amenazado con hacerlo si se desata una masacre en Gaza, y con un posible enfrentamiento con Irán.

Pero sobre todo es la irrupción de las masas en el escenario, llenando las calles de todo el mundo árabe y de gran parte de EEUU y Europa, lo que está obligando a numerosos movimientos diplomáticos para evitar escalar el conflicto y una guerra que puede poner contra las cuerdas a muchos de los regímenes corruptos de la región, y profundizar la grave crisis política y social que vive EEUU y las potencias europeas.

La lucha del pueblo palestino y la necesidad de la revolución socialista

La lucha del pueblo palestino por su liberación nacional será efectiva con una programa revolucionario internacionalista y socialista.

Desde Izquierda Revolucionaria Internacional defendemos el derecho del pueblo palestino a combatir con todas sus fuerzas contra el Estado asesino y colonialista sionista, a las movilizaciones de masas, a la huelga general y, por supuesto, a la autodefensa armada. La cuestión, como hemos explicado, es bajo qué programa político se puede dar esta lucha para derrocar a la burguesía sionista y su aparato represivo y militarista, y también a la burguesía árabe, incluida la palestina, que no ha dejado de colaborar y hacer negocios con el Estado de Israel. Y es ahí donde la estrategia integrista y burguesa de Hamás y de las milicias islamistas se demuestra, en última instancia, impotente.

No podemos olvidar que Hamás, una organización fundamentalista con un programa religioso muy reaccionario, en su momento fue financiada por el imperialismo estadounidense, igual que los talibanes, para contener a las fuerzas de izquierda que dominaban el movimiento de liberación nacional de Palestina.

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Las masas oprimidas de Palestina han sido traicionadas en innumerables ocasiones. La alternativa no es el integrismo fundamentalista, sino una política revolucionaria basada en la lucha de masas, en la huelga general y en la insurrección. 

El propio Netanyahu estaba llegando a acuerdos con la cúpula de Hamas en Gaza  con la pretensión de poder centrar sus fuerzas en Cisjordania, expandir los asentamientos y reforzar la acción armada de los grupos paramilitares de colonos. El presidente israelí era muy claro al respecto en el año 2019: “cualquiera que quiera frustrar un Estado Palestino debe apoyar el refuerzo a Hamas, es parte de nuestra estrategia”. Una estrategia no obstante que pudo tener éxito, fruto de la bancarrota de Al Fatah y la OLP, que tras los acuerdos de Oslo se convirtió en el subcontratista policial y militar de Israel en los territorios ocupados para mantener a raya a la población palestina.

Las masas oprimidas de Palestina han sido traicionadas en innumerables ocasiones. Hay que reconocerlo honestamente y sacar las conclusiones de ello. La alternativa no es el Irán de los mulás, no es el integrismo fundamentalista, sino una estrategia y una política revolucionaria que se base en la lucha de masas, en la huelga general y en la insurrección.

Tampoco pararemos este genocidio con apelaciones vacías a la comunidad internacional, cómplice de la opresión del pueblo palestino, como hacen los dirigentes la izquierda reformista en el Estado español y en Europa. Solo la lucha de masas, como estamos viendo estos días, bajo un programa revolucionario y socialista podrá frenar esta masacre contra nuestras hermanas y hermanos palestinos.

Los comunistas revolucionarios apoyamos incondicionalmente el combate del pueblo palestino contra décadas de ocupación y exterminio. Y lo hacemos proponiendo el programa y los métodos de la revolución socialista. Una Palestina libre será una Palestina socialista, y eso implicará, necesariamente, la revolución socialista también en Israel aplastando al Estado sionista y su maquinaria militar.

Notas:

[1] Tal y como se ha confirmado, tanto el Mosad y el ejército Israelí recibieron información de Egipto sobre la preparación de una importante operación desde Gaza (Egypt warned Israel three days before Hamas massacre - US congressman). La cúpula de las fuerzas armadas israelíes ha reconocido que horas antes del asalto tuvieron conocimiento de extraños movimientos en la frontera de Gaza, pero decidieron aplazar la discusión hasta el día siguiente (Las FDI admiten por primera vez: "Horas antes del ataque había señales, pero no con la intensidad que tenía".).

[2] Parlamento israelí

[3] Four Bad Options Face Israel in the Gaza Strip


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