Impulsar asambleas de docentes, estudiantes y representantes para luchar por una educación 100% pública y de calidad
El nuevo ministro de educación, Héctor Rodríguez, - el cual deja la gobernación del Estado Miranda y asume por segunda vez el magisterio- , convocó el pasado 16 de septiembre a todos los educadores del país para iniciar una formación como preparación académica y dictarles las instrucciones para esta vuelta a clase. También anuncio un plan de estímulo y créditos.
Los estudiantes, representantes y educadores se incorporan a las aulas con las mismas calamidades de los últimos 7 años, una profunda incertidumbre sobre el futuro laboral, salarios bajos, alto índice de deserción escolar, infraestructuras precarias, falta de servicios, pérdida de calidad y un marcado rezago en la educación de las niñas, niños y jóvenes.
Un ministro de educación más político para frenar el descontento
Mediante rueda de prensa y conectado nacionalmente por video-llamada, el ministro se dirigió a los educadores y al pueblo venezolano, señalando que los elementos que han afectado la educación en estos últimos tiempos son tres: la situación del COVID 19, las condiciones materiales que se viven por el bloqueo y el mal manejo de las redes sociales. Ciertamente estos elementos vienen perjudicando nuestra educación, pero parece que para el actual ministro la corrupción que hemos vivido y el abandono administrativo del estado contra los docentes en estos 84 meses no son problemas graves que también han afectado.
El ministro valoraba el compromiso y el excelente papel de los educadores y señalaba la existencia de 480 mil docentes para los 5 millones de estudiantes, planteando que debían conocer cuánto representa en el PIB y en el pago de nómina. Pero según datos de la Contraloría General de la República, el porcentaje del PIB destinado este año a educación se redujo respecto a 2023 de 5,4% a 5,2%, representando el menor porcentaje en los últimos 10 años. El gobierno saca pecho, hablando de recuperación económica porque en 2023, después de años de colapso económico, el PIB se recuperó un 2,3%. Pero mientras mantiene y aumenta ayudas a los empresarios, en lugar de aumentar el porcentaje de la riqueza que producimos todas y todos con nuestro trabajo a un gasto social básico como la educación, como hacía Chávez, lo reduce. El resultado está siendo liquidar un importante logro de la revolución de Chávez, con la renuncia demás de 166 mil docentes y el abandono escolar que supera los 2 millón de niños y adolescentes, manteniendo un salario y unas condiciones de trabajo miserables a los docentes, como si fueran máquinas, mientras altos jerarcas gozan de lujosas condiciones de vida.
No hay una política clara para mejorar la calidad de la educación
Héctor Rodríguez puntualizó que poseemos como país una gran riqueza, somos la principal reserva de petróleo del mundo y su manejo lo deberíamos conocer toda la sociedad, teniendo una labor importante los educadores. Indudablemente que se está de acuerdo con esto señor ministro, pero no es solo tener la información, los trabajadores tienen el derecho de participar en la decisiones administrativas y distribución de los recursos económicos de la nación, para garantizar evitar el colapso actual de la educación pública o las manipuladoras propuestas de privatización que promueve la derecha.
También hablo sobre la calidad de la educación, considerando que debe recuperarse mancomunadamente entre las familias, los docentes y las comunidades, como siempre quitándole la principal responsabilidad al estado y al gobierno que él representa, que es quien debe garantizar los medios económicos y materiales para una educación pública de calidad, por ejemplo, es discriminatorio y contrario a la constitución, el anuncio de la entrega de un kit escolar para solo 2 millones de estudiantes, ¿Cómo fue evaluado esta medida?, parece que no se consideró ni los daños psicosocial que puede causar tanto a los niños como a los padres y representante que no sean beneficiados, en los actuales momento que a la gran mayoría no le alcanza el salario.
La exposición del ministro, no presenta balance, estadísticas o muestras de las condiciones actuales de la calidad educativa. En cambio se planteaba los planes de una formación permanente todo el año para el docente, sin considerar que se requiere un aumento de la inversión y bienestar económico que permita la tranquila disponibilidad del educador y que esto no se soluciona dando créditos bancarios que generan deudas tormentosas, sino aumentando los salarios a un nivel digno.
Esto evidencia la inmoralidad y la incapacidad de reconocer el grave retroceso en la formación de nuestros estudiantes, que se están graduando con fuertes debilidades que se ha presentado durante casi una década. Al igual que las necesidades básicas para el desarrollo profesional del trabajador de la enseñanza pública. Esto ha sido uno de los mayores daños que se ha causado a las niñas, niños y jóvenes venezolanos, después de los logros conseguidos durante los gobiernos de Hugo Chávez Frías, que incluso acabo con el analfabetismo y fue reconocido por la UNESCO el 25 de octubre 2005.
Se exige cínicamente más sacrificios al pueblo y soportar la precariedad
¿Cómo es posible que estos altos funcionarios sigan pidiendo a los educadores, padres, representantes, jóvenes y comunidades más generosidad de la que ya están dando voluntariamente? Los docentes prestan su servicio con intranquilidad, sin herramientas que permitan dedicarle y trasmitir el conocimiento adquirido a los niños. A pesar de esta falta de medios, hacen un extraordinario esfuerzo porque incluso las condiciones los obligan a tener 2 o 3 empleos para poder conseguir un ingreso económico que les permita sobrevivir.
Esta es la misma calamidad económica de los padres y representantes, que viven día a día la zozobra de buscar como solventar la alimentación de la familia y tener que llevar a sus hijos a las aulas bajo una precariedad sin parangón, mientras los nuevos capitalistas y burócratas de altos cargos colocan a estudiar a sus hijos en escuelas privadas muy costosas o son enviados fuera del país.
Los profesionales de la enseñanza no pueden continuar con el precario salario de 20 a 35$ que se paga en el sector público más los bonos, sin esperanza de tener una jubilación y pensión digna y mucho menos seguridad social.
La demagogia de la derecha y la trampa de la privatización
Estas condiciones son aprovechadas por la derecha demagógicamente para vender la idea de privatizar la educación, comparando el pago de salario que realizan escuelas privadas de 150 y 250$ mensual como una alternativa para el educador. Pero la privatización de la enseñanza es una trampa que solo beneficiaría a unos pocos empresarios que harían negocio con una necesidad básica. Para las trabajadoras y trabajadores de la enseñanza supondría una mayor explotación y pérdida de derechos. Y para las familias de los sectores obreros y populares cada vez nuestras hijas e hijos tendrían menos posibilidades acceder a una enseñanza secundaria y superior de calidad, con un sistema educativo que -como vemos en todos los países donde ha avanzado la privatización- sería más selectivo, desigual y elitista.
El gobierno con sus falsas y manipuladoras promesas intenta controlar el descontento acumulado y ahora presenta un plan de estímulo de asistencia médica, dotación de uniformes, vivienda, becas para formación y créditos, pero manteniendo suspendido el contrato colectivo, debilitando las organizaciones sindicales y buscando evitar nuevas protestas laborales. Esto sigue condenando a los docentes a una situación insoportable, empeorando la calidad de la enseñanza y asfalta el camino a la demagogia de la derecha.
La educación a punto de colapso
Son muchos años de desidia, y cada vez nos cuesta más creer en los discursos panfletarios de los dirigentes políticos. Este 30 de septiembre todas las niñas, niños y jóvenes inician el proceso de incorporación a las clases y el gobierno se congratula de la política de los bricomiles, que -según sus propio datos- desde el año 2022 rehabilito 2.000 instituciones, evidenciándose contradicciones contante en las declaraciones de ministro o el jefe del gobierno. Pero esto apenas representa 8% del total de 24.400 centros de estudios, Igual informaba recientemente la entrega de 300 mil mesas y sillas, como si fuese un grandísimo logro ¡Qué vergüenza! ¡Esto apenas beneficia al 6% del total de la población estudiantil! Esa es la triste realidad, el patético impacto positivo celebrado por el gobierno.
El año pasado un estudio realizado por la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB) reportaba que el 44% de las escuelas tenían aulas en mal estado y el 50% reportó pupitres totalmente dañados. Una encuesta en 79 centros educativos públicos de 7 estados arrojaba que el 52% tenía los baños en malas condiciones y 35% no tiene suficiente baños.
Sobre la disponibilidad del internet, el ministro tuvo que reconocer que tan solo el 60% de los institutos tienen conexión. Lo que no dijo es que en muchas instituciones este servicio lo están pagando las y los educadores e incluso se dan aportes extraordinarios de padres y representante. De paso, hay medidas discriminatorias para el uso por parte de directores en contra educadores.
Educadores y pueblo debemos luchar por los derechos laborales, financiación suficiente y una educación 100% pública y de calidad
Esta desidia que se vive en nuestra educación tiene responsabilidad tanto por el ataque inhumano contra la población venezolana producto de las sanciones impuestas por el imperialismo EEUU, promovida por la criminal incitación de la derecha, como por las políticas capitalistas que se están aplicando, agravadas por el latrocinio, corrupción y el defalco multimillonario de la burocracia oficialista del gobierno.
Se demuestra que tanto a los factores políticos en pugna, la derecha y ultraderecha liderada por María Corina Machado y su combo y la burocracia y boliburguesía que apoyan al gobierno de Nicolás Maduro, ni a sus patrocinadores imperialistas: sean EEUU y la Unión Europea o China y Rusia, nada les importa el cumplimiento de la constitución, ni el estado de derecho, la soberanía popular y mucho menos reivindicaciones importantes como que el salario de los trabajadores sea suficiente para vivir con dignidad y cubrir para sí y su familia las necesidades básicas, materiales, sociales e intelectuales, lo que se fundamenta en que la educación y el trabajo son las base para alcanzar el desarrollo de las personas, el respeto a su dignidad, la promoción de la prosperidad y el bienestar del pueblo.
Solo el pueblo salva al pueblo. Educadores, representantes y jóvenes estudiantes deben organizarse, crear sus propios organismos independientes y autónomos para recoger todas las reivindicaciones inmediatas que permitan garantizar una calidad educativa junto a un plan de lucha para lograr todos los objetivos mencionados en bienestar del pueblo y por un buen futuro para los hijos de los trabajadores.
Desde la izquierda anticapitalista y antiburocrática debemos apoyar la lucha de las y los docentes por sus salarios, beneficios contractuales, bonos y otras mejoras laborales al mismo tiempo que intervenimos en el movimiento defendiendo la necesidad de iniciar el nuevo periodo educativo organizando asambleas de educadores y educadoras para discutir un plan de lucha y reivindicaciones que permitan ganar el apoyo del resto de la sociedad incorporándola en la lucha por una educación 100% pública y de calidad.
Un gran paso sería convocar asambleas generales de padres y representantes para expresarles la problemática que se vive el sector educativo, igualmente recoger sus exigencias e impulsar juntos comités de acción y lucha en cada centro educativo para llevar adelante las reivindicaciones aprobadas en asamblea y unificándolas en un programa de lucha que garantice una educación pública de calidad con el apoyo social necesario para vencer.