Siempre sucede lo mismo, cunde el pánico y las ratas se apresuran a abandonar el barco de los beneficios. Se olvidan que es el capitalismo y que dicho sistema se mueve en "ciclo interminable de auges y recesiones". Y si encima dicha crisis se mueve en el terreno de lo especulativo donde el "dinero sucio" es el que predomina en su largo camino de blanqueo todavía la situación puede ser peor, ya que nos encontramos con una cierta esquizofrenia en los mercados. Esto es lo que ha ocurrido en las dos últimas crisis.
En el año 2000 se nos vendió la "moto" diciéndonos que con la existencia del capital cognitivo no era necesario el trabajador y que el capital podía evitar la crisis era lo que vino a llamarse la "Nueva Política Económica" (NEP) ya que la globalización había sido capaz de crear un amplio mercado de capitales. Aparecía la tecnología de la información donde la creación de la riqueza parecía coser y cantar. Pero los defensores del sistema siempre se olvidan de lo mismo: "las mercancías se producen para conseguir un beneficio. Para conseguir un beneficio es necesario encontrar un mercado. Y un mercado presupone la existencia de poder adquisitivo" [Alan Woods, La lucha de clases y el ciclo económico]. Por otro lado el sistema capitalista tiene una ley inexorable que reside en el hecho de que los beneficios de los capitalistas sólo pueden venir del trabajo no-pagado; es decir de la explotación de la fuerza del trabajo.
Por eso en el año 2000 tuvo que estallar la burbuja bursátil basada en el dinero fácil del Internet que permitió la existencia de empresas fantasmas, confirmando lo que ya anunciábamos: "No hay duda de que un sector importante, las ventas de semiconductores en el mundo subieron un 17% sólo en 1999. Más de nueve millones de personas en EEUU trabajan en este sector, es el único en el que ha aumentado la productividad. Toda la economía de EEUU depende exclusivamente de un sólo sector, y por lo tanto, se mantendrá o caerá con él. Lejos de ser un punto fuerte, este desequilibrio es una fuerte seria de debilidad" [Alan Woods]
Por consiguiente la semana negra de abril de 2000 la bolsa de Wall Street perdió 2 billones de dólares (4 veces el PIB español de un año) y estallaron escándalos financieros, basados en pirámides financieras. Lo importante en esta etapa del capitalismo internacional es el sistema financiero, es el predominio de la finanza lo que supone el "predomino de los Bancos Centrales"; pero éstos exigen una total independencia para controlar. Son las direcciones de los Bancos Centrales con independencia de los gobiernos los que imponen su política económica. Por consiguiente "la vieja idea de los reformistas y keynesianos de arreglar el capitalismo se sostenía en la idea de que los gobiernos pueden manipular la economía utilizando instrumentos como los tipos de interés. Ahora todo esto ha cambiado" [Alan Woods, El filo de la navaja]. Hoy todos los gobiernos neoconservadores o socialiberales han cedido el control a los Bancos Centrales.
La Crisis Inmobiliaria
Ya en 2006, EEUU tuvo una recesión inmobiliaria cuyo epicentro se encontraba en los estados de Florida, California y Arizona, donde muchos corrieron a vender sus viviendas para cubrir sus deudas, acabando en viviendas de alquiler. Hay que tener en cuenta que el mercado hipotecario residencial de los Estados unidos se estima en unos 10'9 billones de dólares.
Hoy existen cerca de 2 millones de propietarios a punto de perder sus hogares. La mayoría de ellos contrataron con los bancos sus hipotecas conocida como subprime (crédito basura), cuando los intereses estaban por los suelos. Hay que tener en cuenta que según el diario El País las hipotecas subprime representan en la primera economía del mundo el 14% de los créditos inmobiliarios. Otros engañaron a los bancos sus ingresos reales.
¿En qué consiste el crédito subprime? [El País 19 de agosto]
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Un ciudadano estadounidense con pocas garantías crediticias (bajo sueldo, falta de avales) solicita una hipoteca de las llamadas subprime
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Entidades especializadas conceden estas hipotecas a un tipo de interés mucho más alto (entre dos y tres puntos más) que los créditos normales.
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Las entidades lanzan títulos llamados CDO (obligaciones de Deuda Colaterales) con garantía, entre otras, de estas hipotecas, y una alta rentabilidad
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Bancos, fondos de inversión y de alto riesgo (hedge fund) comercializan estos fondos
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Cuando los clientes que han solicitado una hipoteca subprime comienzan a dejar de pagar cuotas, los fondos dejan de tener liquidez ya que hay muchos inversores que quieren retirar su dinero de ellos.
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La falta de confianza hace que los bancos comiencen a no prestarse dinero entre ellos. Los tipos de interés de esos préstamos interbancarios se encarecen por la falta de liquidez en el mercado y los bancos centrales tienen que prestar ese dinero.
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La reticencia de los bancos a prestarse el dinero entre sí, junto con las subidas precedentes de los tipos de interés provoca la subida del Euribor, al menos a corto plazo.
Durante el boom inmobiliario se pedían ciertas garantías para conceder créditos pero al haber bajado los tipos de interés se rebajaron las garantías. Pero las cosas cambiaron y se produjo el elemento contrario. El primer disparador fue la subida de las tasas de interés en los Estados Unidos. Hay que tener en cuenta de que la compra se produjo cuando las tasas de interés eran muy baja, coincidiendo con el hecho que las hipotecas subprime se daban con pocas garantías. El boom tocó techo en el 2005, cuando el volumen de hipotecas de alto riesgo (hedge fund) alcanzó los 600.000 millones de euros (el 10% del mercado hipotecario estadounidense). Ya en el primer trimestre de 2005 comenzaron los impagos y, en el primer trimestre de 2007 nos encontramos ya con un 58% de embargos. A partir de entonces muchos dejaron de pagar las hipotecas subprime, con lo que se comenzó con las subastas forzosas lo que llevó a la saturación del mercado.
En el Estado español, gracias a la mano de obra que ha significado la inmigración nos hemos encontrados con un crecimiento económico, ahora bien dicho crecimiento ha sido posible por el endeudamiento hipotecario masivo tanto de las empresas como de las familias. Nos encontramos con que esto ha alimentado una enorme burbuja especulativa que es el que ha tirado de la economía y que ha permitido una enorme transferencia de renta hacia el capital financiero por parte de las clases bajas. El endeudamiento ha alcanzado cifras astronómicas que se acercan a los 750.000 millones de euros.
Las principales señales anunciaban a una fuerte caída del mercado inmobiliario. De hecho las señales ya están a la vista, los pisos de segunda mano comienzan a bajar, pero incluso se ven ofertas en los nuevos pisos que suponen un 10% de la oferta anterior. La economía es interdependiente y tiene el efecto dominó. Hoy ya lo estamos viendo.
Ya la primera alarma la tuvimos el 12 de abril cuando New Century, el rey de la subprime suspendió pagos y hasta la semana del 6-12 de agosto más de treinta entidades han seguido el mismo camino. Los capitalistas recogen velas mientras los obreros pierden sus ahorros y vuelven a la miseria. Hay que tener en cuenta el hecho que las entidades subprime emitían sus títulos en el mercado financiero, mediante hipotecas hedge fund como respaldo, que a su vez eran adquiridas por bancos y fondos de inversión. Al venirse abajo dicha garantía, los fondos han perdido todo su valor o no pueden garantizar su reembolso a quienes lo suscribieron. La crisis más importante ha sido la quiebra de 2 fondos de Bear Stearn, valorados en 1.100 millones de euros. Otros bancos afectados el BNP (Francia), Commerzbank e IKB (Alemania), MacQuarie (Australia).
La quiebra de estos fondos ha acarreado una ola de desconfianza general. Los inversores han comenzado a retirarse de la Bolsa con el consiguiente desplome. Los Bancos Centrales de varios países han aportado al mercado bursátil más de 264.570 millones de euros durante la semana del 9 al 14 de agosto. Las intervenciones ha devuelto la confianza momentánea a los inversores, haciendo caer las tasas interbancarias y han permitido a los mercados recupera cierta confianza que puede ser pasajera. Entre otras cosas ya que la burbuja inmobiliaria es una cosa y otra es la burbuja crediticia
En la solución puede estar perfectamente una nueva etapa de la crisis ya que los Bancos Centrales permiten el crédito sucio. Así el BCE permitió que los bancos utilizaran cédulas hipotecarias y productos estructurados con activos en las hipotecas "basura", lo que supone que ese cuarto millón de euros nunca va a ser recuperado. Además lo peor está por llegar, a partir de ahora habrá nuevas víctimas de la crisis hipotecaria de la crisis hipotecaria de alto riesgo o subprime agravándose la situación y afectando al resto de la economía.
El capitalismo es un buitre que busca la miseria y la explotación de los trabajadores, si además estos trabajadores están hipotecados mucho mejor. Pero la burguesía es caduca y senil, se olvida de la "conciencia de clase" y del factor subjetivo. Y el movimiento obrero ya ha dado suficientes lecciones, sabe que el capitalismo no tiene solución o que la solución que propone es la barbarie y la explotación sin fin. La solución es romper con el capitalismo. Hay que construir una alternativa marxista que pasa por la nacionalización que permita un proyecto rupturista y transformador.