10 de marzo: Un día para el recuerdo y la lucha
El día 9, seis obreros son despedidos, y el resto de la plantilla decide no trabajar. Al mediodía entra la policía armada en el astillero y se producen disturbios. El 10, los trabajadores encuentran la factoría cerrada, celebran una asamblea y deciden salir en manifestación hacia As Pías.
Al llegar allí, el encuentro. La policía franquista pide que se disuelvan y los obreros se niegan. La policía empieza a cargar y a disparar, los obreros se defienden lanzando piedras, y en la contienda caen muertos los trabajadores Amador Rey y Daniel Niebla. Los heridos no se atrevían a ir al hospital, para evitar ser detenidos.
Al ver que muchos trabajadores seguían atacándoles, la policía se retiró al cuartel, donde se tuvieron que defender de sucesivos intentos de asalto. Los comercios cerraron y durante varias horas Ferrol quedó en manos de los huelguistas. El gobierno cortó las comunicaciones, incluidas las telefónicas, hasta que, débil pero aún con fuerzas para seguir asesinando, pudo concentrar los efectivos suficientes para ocupar la ciudad. La conmoción fue tal que también alcanzó a Vigo, donde los trabajadores de los astilleros se solidarizaron con sus compañeros ferrolanos.
El 20 de marzo los trabajadores vuelven al trabajo. Las consecuencias de todo esto fueron las siguientes: 2 muertos, 16 heridos de bala y muchas decenas por otras lesiones, 160 despedidos, 101 detenidos, 60 encarcelados y 54 multados con entre 50.000 y 250.000 pesetas de la época.
Toda la responsabilidad de organizar esta lucha recayó sobre el trabajo minucioso, clandestino y disciplinado del Partido Comunista, que había formado y dirigía las Comisiones Obreras en Bazán. El 10 de Marzo de 1972 transformó un conflicto en principio laboral en un conflicto abiertamente político, en un enfrentamiento a cara de perro con la dictadura franquista.
En luchas como ésta los trabajadores ferrolanos aprendieron que la dignidad está en la pelea, que jamás nos debemos dejar doblegar por el capital ni por sus defensores. Por eso cada 10 de Marzo, como cada Primero de Mayo, tiene que ser un día de lucha contra el paro, la siniestralidad, la precariedad y la explotación, y para acabar de una vez con este podrido sistema.