El fraude electoral se ha consumado. La burguesía ha puesto en marcha todo su aparato ideológico para justificarlo; los medios impresos y la televisión no dejan de repetir a cada instante que “las elecciones fueron ejemplares”, ahora nos dicen que s El fraude electoral se ha consumado. La burguesía ha puesto en marcha todo su aparato ideológico para justificarlo; los medios impresos y la televisión no dejan de repetir a cada instante que “las elecciones fueron ejemplares”, ahora nos dicen que se deben respetar los resultados y reconocer al ganador. Argumentaron que el Programa de Resultados Electorales Preliminares (PREP) era fiable, cuando se demostró que los resultados que arrojaba horas después de la jornada electoral eran tendenciosos al candidato del PAN; después ocultaron cerca de 3 millones de votos y se justificaron diciendo que estaban “en un archivo de inconsistencias”; ahora quieren que les creamos que el recuento de las actas distritales son verídicas, cuando se ha demostrado que en algunos distritos hay una serie de irregularidades.

Quieren imponer el fraude, quieren continuidad en el gobierno; pero millones de jóvenes y trabajadores dudamos y nos negamos a aceptar los resultados, ¡Cómo creer al IFE!, ¡Al PRI, al PAN!, ¡A la Secretaría de Gobernación!, ¡Al Consejo Coordinador Empresarial!, ¡A los medios de comunicación y las instancias gubernamentales!

Acaso no fueron ellos los que, bajo los mismos argumentos del respeto a la legalidad, apoyaron e impulsaron el desafuero de AMLO en marzo de 2005, ellos mismos “bajo el argumento del respeto a las leyes y las instituciones”, justificaron la represión en Oaxaca contra el magisterio y en Michoacán contra los mineros, los jóvenes y trabajadores mexicanos no creemos la farsa de que Felipe Calderón ganó. Ya hemos empezado a movilizarnos, ha habido protestas ante el IFE, en el Zócalo y en algunos estados de la República. La respuesta debe ser contundente la lucha contra el fraude debe ir hasta el final, la historia de 1988 no se debe repetir.

A organizarnos contra el fraude electoral

La mayor parte de las encuestas le daban el triunfo a López Obrador, Parametría le daba el 3.5% sobre Felipe Calderón, la Universidad de Harvard el triunfo por 7 puntos. En el periódico Milenio, López Obrador tiene el 37% y Calderón el 36%, incluso el PREP del propio PRD le daba el triunfo por 10 puntos porcentuales; a pesar de ello los últimos recuentos y teniendo computados el 100% de las actas distritales le da un triunfo a Felipe Calderón, el cual supuestamente supera a López Obrador en un 0.57%.

Durante el proceso electoral hubo una serie de irregularidades, personas con clara simpatía perredista fueron borrados del padrón electoral. En el momento de dar los resultados al PREP se registraron dos veces las casillas donde Felipe Calderón tenía la mayoría y el algunas casillas se le descontaban votos a AMLO, sumado a estas irregularidades el primer recuento que hizo el PREP no contemplaban cerca de 3 millones de votos y ante una declaración por parte del PRD cuestionando dónde se encontraban esos votos, al siguiente día el consejero presidente del IFE Luis Carlos Ugalde salía a aclarar que esos votos estaban en un “archivo de inconsistencia“.

Ahora ya ha terminado el recuento, Calderón tiene 236.000 seis votos más que AMLO, los cuales se pueden revertir fácilmente si realmente el recuento hubiera sido verídico, si no se hubiera “reducido” el padrón electoral y si no se hubieran eliminado votos a favor de AMLO.

El PRD ha impugnado los resultados y ha exigido que se abran las urnas y que el recuento sea voto a voto para dar macha atrás al fraude electoral. Ante esto debemos de ser muy claros, la lucha contra el fraude electoral no se ganará en los tribunales, se ganará en las calles luchando; las instituciones han demostrado que están del lado de Felipe Calderón; pero nuestra fuerza fundamental está en que somos millones, organizándonos y movilizándonos podemos detener esta imposición.

Debemos de exigir al PRD que convoque movilizaciones; que se creen Comités de Defensa del Voto en las colonias, en los ejidos, en los centros de trabajo, debemos de convocar reuniones amplias a toda la población donde se informe y se discutan las acciones a seguir, debemos de elegir representantes en cada reunión para que se coordine a nivel regional, estatal e incluso a nivel nacional la lucha; debemos luchar y convencer a la gente indecisa a que se sume, explicar que el gobierno de Calderón seguirá la misma política de ataque hacia nuestras condiciones de vida como trabajadores e hijos de trabajadores, que los únicos que obtendrían beneficios serían los grandes empresarios y los banqueros por eso ellos están decididos a imponer a Calderón, también nosotros decididamente debemos de luchar contra el fraude.

Otro 1988 ¡jamás!

En las elecciones para la presidencia de 1988, los trabajadores votamos hacia el Frente Democrático Nacional (antecesor del PRD), llevamos a Cárdenas al triunfo, pero desde la presidencia y en colaboración con el PAN el fraude electoral se impuso, centenares de miles de campesinos, trabajadores y jóvenes salimos a las calles en defensa del voto, asistíamos a las movilizaciones e incluso nos armábamos en algunas zonas para hacer respetar la voluntad del pueblo trabajador , el triunfo era seguro, podíamos ganar pero la dirección no estuvo a la altura, los trabajadores, campesinos y jóvenes estuvimos dispuestos a “tomar el cielo por asalto” si era posible en defensa del voto, pero debemos de decirlo claro: las vacilaciones y los acuerdos de la dirección llevaron a que el movimiento no triunfara; la respuesta por parte del gobierno y las consecuencias las podemos ver: Carlos Salinas asesinó a mas de 500 perredistas e impuso el Tratado de Libre Comercio que ha arruinado el campo mexicano. Durante el sexenio de Ernesto Zedillo se eliminó más del 70% de los Contratos Colectivos de Trabajo, las privatizaciones y los ataques hacia la clase trabajadora aumentaron.

No se les puede acusar a esos millones de jóvenes y trabajadores en 1988 de no querer luchar, estuvimos decididos a triunfar.

La sombra del fraude electoral de 1988 está presente en estas elecciones, los jóvenes y trabajadores tenemos en la memoria aquellos hechos, y debemos de sacar las conclusiones necesarias para no cometer los mismos errores, ¡los dirigentes no deben traicionar!, deben de estar a la altura, no deben de titubear, ni vacilar; ahora también estamos dispuestos a luchar y a defender el triunfo de AMLO, pero dirigente que traicione debe ser destituido y sustituido por personas que estén dispuestos a impulsar la defensa del triunfo de AMLO.

Podemos ganar.

La lucha contra el fraude electoral puede triunfar, estamos seguros que AMLO ganó con el apoyo de nuestro voto, ahora tenemos todo el derecho de movilizarnos, no quieren respetar la voluntad de los trabajadores que votaron hacia la Coalición Por el Bien de Todos (PRD-PT-Covergencia). El triunfo se ganará en las calles, de manera organizada y con una acción contundente, si es necesaria una huelga general para que se respete el voto debemos impulsarla, debemos a empezar a discutir esta consigna en cada reunión contra el fraude.

¡Contra el Fraude Electoral, Huelga General!

¡PRI – PAN, al gobierno no volverán!


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