Solidaridad con los trabajadores de MMC Automotriz (Venezuela)

En su intento por aplastar la justa lucha de los trabajadores de la empresa, la multinacional japonesa Mitsubishi (MMC Automotriz en Venezuela) ha entrado en una nueva escalada que tiene como objetivo destruir al sindicato revolucionario Singetram (Sindicato de Nueva Generación de Trabajadores). Una primera etapa de este plan contrarrevolucionario, desarrollado por los capitalistas de MMC, ha consistido en atacar a la dirección del sindicato. No satisfecha con despedir ilegalmente de la empresa a los trabajadores que conforman la dirección legítima de dicho sindicato —además de a otros doscientos entre los que se encuentran delegados de prevención, etc., todos padres de familia y probados defensores de la revolución bolivariana—, ahora se ha embarcado en la tarea de criminalizar la lucha y convertir a las víctimas en verdugos.

Dos años y medio de lucha contra la arremetida de la multinacional japonesa

El conflicto en la planta de MMC automotriz (Estado Anzoátegui, Barcelona) se inició en 2009 cuando, tras la toma pacífica por los trabajadores de la planta en una lucha contra la tercerización de trabajadores, la policía del Estado intentó desalojarla, lo que conllevó una agresión contra los trabajadores que, desarmados, impidieron la entrada de la policía en la misma. Esta agresión policial condujo a la muerte a manos policiales de dos trabajadores, Pedro Suárez y José Marcano.
Desde entonces se ha llevado un ataque contra Singetram, organización que agrupaba a la inmensa mayoría de los obreros (1.200 afiliados de 1.450 trabajadores), que se ha centrado en el despido de los dirigentes sindicales y 200 trabajadores, en su mayor parte delegados de prevención laboral. Con todo esto, la empresa ha tratado de imponer un clima de terror entre los trabajadores para explotarlos mejor. Sin embargo, los trabajadores han mostrado por más de dos años una resistencia heroica a los intentos de destruir su organización sindical, que de nuevo en julio de 2010 fue avalada mayoritariamente por los trabajadores.
Los planes de la empresa no hubieran podido llevarse a cabo si no hubiera contado con el apoyo de elementos del aparato del Estado, tanto del Ministerio del Trabajo como de otras instituciones, que muestra lo largos que son los tentáculos de la empresa dentro del aparato estatal burgués venezolano. Esta burocracia reformista que, aliada con los capitalistas, trata de frenar y desviar la revolución e impedir a toda costa que la clase obrera se ponga al frente, ha lanzado todo tipo de calumnias contra SINGETRAM buscando criminalizar su lucha y justificar de cara al pueblo venezolano medidas contra los trabajadores y contra los dirigentes del sindicato.

Campaña de apoyo nacional e internacional para frenar las agresiones patronales y de la burocracia reformista

Para doblegarles la empresa ha puesto en marcha una querella privada y ha abierto trece expedientes que se encuentran, supuestamente, en la fase de investigación por parte de la policía criminalística (CICPC) y de la Fiscalía Nacional. Los trabajadores afectados son: Richard la Rosa, Pablo Marcano Santamaría, Juan Carlos León Ramírez, Ramón Cedeño Velásquez, Lucas José Hernández, Daniel José Ramírez Rojas y Félix Martínez (este último, secretario general de Singetram), además de tres dirigentes más y el resto trabajadores de planta que son delegados de prevención laboral.
Con este intento de criminalizar un conflicto laboral, la multinacional pretende resolver dos problemas: por un lado, justificar el despido de los trabajadores de la empresa dándole sustento probatorio a la amañada y endeble Providencia del Ministerio del Trabajo, y por otro, sustraer el caso del ámbito laboral y colocarlo en el penal. Piensan que encerrándolos en una cárcel pueden deshacerse más fácil y definitivamente de la dirección revolucionaria del sindicato. Del mismo modo que los autores intelectuales del asalto a la planta y del asesinato de dos trabajadores el 29 de enero de 2009 todavía permanecen impunes, ahora pretenden, utilizando todos los medios a su alcance, encarcelar a los dirigentes de SINGETRAM y así silenciar su propio crimen.
Desde la Unión Nacional de Trabajadores (UNETE) y desde Singetram hacemos un llamado a los sindicatos clasistas del país, a las comunas, a las bases revolucionarias del PSUV y PCV a hacer una campaña de solidaridad activa con los trabajadores de MMC Automotriz para frenar los ataques de la multinacional y sus ramificaciones en la burocracia del Estado. Hacemos un llamado al movimiento obrero internacional para el envío de resoluciones al presidente de la República Hugo Chávez con el fin de frenar esta campaña de criminalización e intento de encarcelamiento contra trabajadores que han sido atacados por intentar llevar a la práctica las ideas del socialismo, impulsar un sindicalismo clasista y revolucionario y por desarrollar en la planta de Barcelona [Venezuela] el control obrero de la producción.
Esta agresión contra los trabajadores busca debilitar la revolución bolivariana a través de la desmoralización y destrucción de las organizaciones de base, con el objetivo de conseguir la salida del presidente Chávez y la vuelta de la derecha al poder en las elecciones presidenciales de 2012.


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