Entre la población hay un ambiente de furia. El gobierno ha congelado los salarios y está llevando a cabo todo tipo de ataques en todos los terrenos: educación, sanidad, impuestos, pensiones... Ningún tipo de acuerdo sucio con los dirigentes sindicales va a poder parar las protestas: ¡están aquí para quedarse!
Manifestación contra la guerra
y contra el gobierno
Una semana después de la mayor manifestación de los últimos años, tuvimos la maravillosa manifestación contra la guerra del 15 de febrero. Pero no fue sólo contra la guerra, ¡también fue contra el Gobierno! Hubo marchas en todo el país, sólo en Lisboa se manifestaron cien mil personas contra la guerra que abarrotaron la Plaza Rossio, en el centro de la ciudad. Una cosa importante que debemos destacar es que las manifestaciones eran contra la guerra, ¡con o sin resolución de la ONU! Desgraciadamente, el Partido Socialista no apoyó la manifestación porque creen que una resolución de la ONU es aceptable, ¡como si la ONU fuera capaz de transformar las balas en flores y los tanques en tractores! Pero eso no impidió que la gente asistiera a la protesta. Incluso Mario Soares, el histórico fundador del Partido Socialista, asistió y se dirigió a la multitud.
La clase obrera portuguesa no apoya esta aventura estadounidense. Correctamente, ve que el gobierno estadounidense es la mayor amenaza para la paz mundial. La creciente crisis y la más que probable guerra animarán más el movimiento de la clase obrera. Este es sólo el principio porque como aparecía en una pancarta: “¡Paz entre los pueblos, guerra al capital!”. Nuestros enemigos nos han declarado la guerra, la clase obrera y la juventud debemos luchar.