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El proceso revolucionario que tiene lugar en Venezuela está sufriendo una gran presión de la oposición reaccionaria y el imperialismo. En diciembre la oposición recogió firmas para obligar a la convocatoria de un referéndum revocatorio. Esta es una herramienta democrática incluida en la nueva constitución bolivariana que fue discutida y aprobada en referéndum en 1999. La oposición dice haber recogido 3,6 millones de firmas (por encima de los 2,4 millones necesarios). Pero cuando pasaron a la Comisión Electoral Nacional, después de mucho retraso, ellos sólo entregaron 3,4 millones). De éstas la Comisión Electoral Nacional, después de un escrutinio cuidadoso, declaró que unas 800.000 no eran válidas (los números de las tarjetas de identificación no coincidían con los nombres, correspondían a personas fallecidas, menores de edad, etc.). Otras 700.000 fueron declaradas dudosas y se enviaron para un proceso de reverificación en el que los ciudadanos tenían el derecho de ratificar o anular lo que habían firmado. Cuando se anunció esta decisión, aceptada por la OEA y los observadores del Centro Carter, la oposición se negó a aceptarla y organizó disturbios callejeros, bloqueos de carreteras, utilizaron cócteles molotov y rifles de asalto. Cuando sus tácticas terroristas fracasaron reconocieron entonces la decisión y decidieron participar en el proceso de reverificación.
Este proceso tuvo lugar el fin de semana del 28 al 30 de mayo y estuvo lleno de irregularidades. En varios lugares la policía encontró tarjetas de identificación falsificadas. También en los locales del partido opositor Acción Democrática de El Valle, Caracas, encontraron un ordenador, un escáner, impresora... y tarjetas falsificadas, allí también se encontraban escondidas personas que estaban siendo buscadas por las autoridades, además otras 600 tarjetas de identificación que se encontraron en los locales del mismo partido en el distrito El Paraíso de Caracas. En estas redadas policiales se encontraron también panfletos incitando a la violencia y pidiendo la repetición de los disturbios que tuvieron lugar en febrero (el informe completo sobre las irregularidades se puede encontrar en un excelente artículo de Gregory Wilpert y Martín Sánchez (http://www.venezuelanalysis.com/news.php?newsno=1284). También hay ejemplos de trabajadores despedidos por sus patrones al negarse a reverificar sus firmas, como fue el caso de la planta de Coca Cola en Atimano donde los 50 obreros fueron amenazados con el cierre de la planta. La subsidiaria venezolana de Coca Cola es propiedad del magnate de los medios de comunicación y líder de la oposición Gustavo Cisneros.
Durante el proceso de reverificación hubo una presión intensa de la administración estadounidense y los medios de comunicación internacionales sobre el gobierno venezolano. Han dejado claro que Chávez tenía que permitir la convocatoria del referéndum y que si no había referéndum sería necesaria su intromisión y por lo tanto la "comunidad internacional" debería emprender una acción decisiva contra el gobierno de Chávez (presión diplomática, bloqueo económico, intervención de Declaración Democrática de la OEA, etc.). La implicación está clara: "no importan las firmas, convocas el referéndum o bloquearemos y finalmente invadiremos Venezuela". ¡Cuánta democracia!
La presión sobre el gobierno y la Comisión Electoral Nacional ha aumentado para que ésta última pronuncie una decisión favorable a la convocatoria del referéndum. Debemos oponernos a esto con todas nuestras fuerzas. Lo más probable es que el resultado del referéndum fuera favorable a Chávez pero este no es el punto central. Lo fundamental se que se han hecho demasiadas concesiones a esta oposición antidemocrática. Los líderes de la oposición no deberían haber recogido las firmas para el referéndum revocatorio y deberían ser llevados a juicio y encarcelados por participar en el golpe militar de abril de 2002, el golpe petrolero de diciembre de 2002 y los disturbios de febrero de 2004.
Dentro del movimiento bolivariano hay quienes defienden que el referéndum debe ser convocado porque la oposición lo perderá. Pero esto es un error. En el pasado las concesiones hechas a la oposición han sido utilizadas por los reaccionarios para preparar nuevas acciones antidemocráticas contra la voluntad democrática de la mayoría. Al mismo tiempo las masas que apoyan y participan en el movimiento bolivariano están cada vez más enfadadas porque no se está haciendo ninguna acción seria contra los líderes de la oposición. Creen que los líderes de la oposición deben pagar por sus crímenes. No debemos olvidar que en Nicaragua, años de sabotaje militar y económico tuvieron el efecto de agotar el espíritu revolucionario de las masas y provocó la derrota electoral de los sandinistas, en elecciones con una masiva intervención imperialista extranjera. Al final, el punto fundamental es que ellos no han recogido las firmas necesarias y por lo tanto no debe haber referéndum.
La única forma de defender el proceso revolucionario es profundizarlo y llevarlo hacia adelante. Debemos rechazar con todas nuestras fuerzas cualquier intervención imperialista en Venezuela. En un momento en que la revolución y sus dirigentes están sufriendo una presión extrema por parte de la "opinión pública" imperialista y capitalista, debemos contraatacar con el movimiento obrero y la opinión pública progresista de todo el mundo.
Pedimos a todos los seguidores de Manos fuera de Venezuela y activistas de izquierda que firmen esta declaración y se movilizan para apoyar la revolución bolivariana y oponerse a la intervención imperialista.
Campaña Manos fuera de Venezuela
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Corriente Marxista Revolucionaria
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