El pasado día 27 de mayo mas de 30 personas nos dimos cita en la sede del PCE en Guadalajara. El PCE, las Juventudes Comunistas, El Militante y el SE organizamos un acto de solidaridad, dentro de la Campaña “Manos fuera de Venezuela y Cuba”, con la presencia de un dirigente sindical venezolano, Ricardo y un miembro de las Juventudes Comunistas Cubanas, Frank. Nos informaron de primera mano sobre la realidad cotidiana, política y social de sus respectivos países. En el caso de Venezuela desmontó todas las patrañas y mentiras con las que nos bombardean esos medios de comunicación “independientes” que solo lo son de la verdad, la lucha del pueblo venezolano por acceder a unas condiciones de vida dignas, las impresionantes movilizaciones de los trabajadores y la juventud contra el golpe de estado encabezado por la patronal venezolana, la puesta en marcha de las empresas y servicios bloqueados por el cierre patronal `posterior al golpe y finalmente ganar el revocatorio contra el presidente Chávez auspiciado por los imperialistas de EE.UU.
Todas estas luchas no han pasado en balde para la conciencia de la gente ni para Chávez, este ya habla de socialismo como una realidad alcanzable, las nacionalizaciones de Venepal (la mayor empresa papelera de Venezuela) o la posibilidad de nacionalizar otras empresas importantes que están siendo saboteadas o esquilmadas por sus dueños para hundir la economía del país, han puesto encima de la mesa, y no solo como problema teórico en los libros de izquierdas, como y quien ha de dirigir el país si en beneficio de unos pocos o para la mayoría de la población,.
En el caso de Cuba, Frank nos desgranó la difícil realidad diaria de Cuba, el brutal bloqueo económico dirigido por EE.UU hace la vida muy difícil pero existe una clara conciencia en un sector cada vez mayoritario de los trabajadores y la juventud cubana de que la revolución solo podrá avanzar si se extiende a otros países, el caso de Venezuela llena de alegría y esperanza a los revolucionarios cubanos, para romper el brutal aislamiento al que se hayan sometidos tanto económico como culturalmente.
La solidaridad internacionalista entre los oprimidos del mundo no es una cuestión moral que queda bien en los discursos, es con este tipo de actos donde lo que uno hace en su país por acabar con la miseria y la explotación tiene un reflejo al otro extremo del mundo.
Finalmente, brindamos por el socialismo y la revolución mundial.