Salud Laboral en Venezuela
La situación en Venezuela
En Venezuela ocurren 2.760 muertes cada año producto de los accidentes laborales. Lamentablemente no se manejan aún cifras exactas del número de muertes por enfermedades ocupacionales. Entre las enfermedades ocupacionales, las afecciones músculo esqueléticas, fundamentalmente de columna, las lumbalgias y hernias discales se han convertido en el principal problema de salud que aqueja a los trabajadores venezolanos. También la sordera profesional por la exposición al ruido de las máquinas, las dermatosis (específicamente las dermatitis por contacto) y las enfermedades respiratorias como el Asma Ocupacional y la Neumoconiosis, continúan ocupando un lugar preponderante. Por otra parte están las afecciones de la esfera mental, como el estrés laboral, la fatiga ocupacional, el burn out (Síndrome de Agotamiento Profesional) y el mobbing (acoso psicológico) que a su vez pueden producir trastornos gastrointestinales e hipertensión arterial. Otros males que se convierten en desafíos para la salud, higiene y medicina ocupacional en Venezuela son el cáncer ocupacional y los efectos del trabajo sobre la reproducción (abortos, malformaciones).
Las herramientas de la lucha por la salud y la vida
Sin embargo, con la puesta en marcha del Instituto Nacional de Prevención, Salud y Seguridad Laborales (INPSASEL), por primera vez el país contará con un sistema de vigilancia y control de las condiciones de trabajo que presta atención integral a los trabajadores y trabajadoras venezolanas. El INPSASEL es sin duda una conquista de la revolución para la clase obrera. Pero este instituto solo es una herramienta para la lucha revolucionaria.
El INPSASEL, instituto autónomo adscrito al Ministerio del Trabajo, es el organismo encargado de ejecutar las políticas del Estado en materia de salud y seguridad en el trabajo. Este órgano del Ministerio del Trabajo se dotará pronto de más de 300 inspectores. El camarada Francisco González explicó que los trabajadores y especialmente los dirigentes sindicales deben de impulsar los órganos locales de la Coordinadora Nacional por la Defensa de la Salud y Vida de los Trabajadores y Trabajadoras, para que la clase obrera se dote de más organismos de control y lucha en contra de la explotación capitalista. Sin movilización directa y organización obrera, ningún organismo del Estado podrá mejorar las condiciones de trabajo y de vida de la clase obrera.
En el foro intervino también el camarada José Ramírez dirigente sindical comunista y miembro de la Corriente Marxista Revolucionaria (célula de Los Teques), subrayando la necesidad de extender y fortalecer la organización militante de los trabajadores presentes. Hay que construir Comités de Higiene y Seguridad en todas las empresas y luchar y defenderlos por que los empresarios no los copen con sus lacayos.
Las Razones de los accidentes laborales
Igual que en el resto del mundo, los accidentes laborales no son fruto de la fatalidad o la mala suerte, como sostienen los empresarios. Son fruto de la tremenda presión y la explotación laboral que se mide en los ritmos de trabajo y en la precariedad (o casi siempre la ausencia) de medios de prevención que los empresarios adoptan para nosotros los asalariados. Los patronos quieren ahorrar los costos para aumentar los beneficios y la prevención necesita inversión de dinero que ellos no están dispuestos a gastar. ¿Un ejemplo? En el foro hemos visto decenas de imágenes e historias de obreros mutilados, paralizados, asesinados por el sistema capitalista de producción. El camarada Claudio Villa de la CMR intervino explicando la realidad de las tragedias laborales en Europa y cómo las condiciones laborales están empeorando rápidamente en Italia y en España, debido a que los institutos y derechos conquistados en los años setenta por los trabajadores están siendo socavados por el sistema capitalista. Si no acabamos con el capitalismo, él acabará con todas nuestras conquistas.
El asesinato múltiple de PROVEGRAN
El caso de la empresa PROVEGRAN de Las Tejerías, Edo. Aragua, es sintomático. Allí murieron 9 trabajadores en pocos minutos, el día 18 de agosto de 2003. La fábrica Provegran recicla vísceras, órganos y desechos de mataderos para la industria. Durante años ha mantenido grandes beneficios a costa de la salud de sus trabajadores. Un sábado, debido a que un camión tardaba en llegar a la fábrica para retirar el producto del reciclaje, el patrón decidió interrumpir el ciclo de proceso para ahorrarse los Bs. 2 millones que le hubiera costado las horas extras de trabajo de los obreros para limpiar el depósito de carnes en putrefacción. Durante el fin de semana, el líquido tóxico salió del depósito y se concentró en un pozo de la empresa, desprendiendo concentraciones mortales de ácido sulfhídrico.
El lunes siguiente los trabajadores regresaron a la fábrica y, tratando de limpiar el pozo se concentraron alrededor del pozo. No había máscaras de protección, no había monos adecuados, no había nada. El primero bajó al pozo para reanudar una cuerda que se había roto y desvaneció rápidamente. Uno a uno bajaron los otros 8 trabajadores para ayudarle y todos perdieron los sentidos al fondo de la escalera del pozo. Allí, en un agujero oscuro y venenoso murieron estos 9 compañeros. Hasta los bomberos tuvieron que rescatarles a manos desnudas y sin máscaras. Las condiciones laborales son espantosas en todos lo sectores de la producción y los servicios.
Con mucha lentitud, el patrón ofreció una miseria en compensación a las familias de las víctimas. Aún hoy, estamos a la espera de que llegue la justicia. Y la justicia no puede llegar si no viene de las manos de la misma clase obrera. Fábricas como ésta deberían ser expropiadas y pasadas a mano del Estado bajo control obrero.
La organización obrera y la revolución
Las decenas y decenas de trabajadores, que el patrón había dividido en 7 contratistas fantasma para así sólo tener 14 empleados fijos, estaban sin protección sindical ninguna, con la amenaza de ser botados de la noche a la mañana si se quejaban. Ahora se han organizado y han montado 7 Comités de Higiene y Salud Laboral, uno por cada contratista, respondiéndole al patrón mediante la organización.
Las nueve vidas obreras, al igual que las miles que perdemos cada año, no volverán jamás. Pero si nos unimos en sindicatos clasistas en todas las empresas y luchamos para imponer nuestros comités de salud laboral, tendremos más herramientas para defender nuestros derechos y ganar confianza en nuestras fuerzas. Tenemos que aprovechar este proceso revolucionario para conquistar posiciones y derechos en todos los lugares de trabajo. También tenemos que formarnos como revolucionarios. Este monstruoso sistema capitalista sólo desaparecerá si sabemos tomar el control de nuestras fábricas y, de esta manera, de nuestras vidas. Los 350 obreros de VENEPAL están marcando el camino. Pero por ello es necesaria la organización y una ideología política claramente revolucionaria. Los trabajadores y trabajadoras estamos cansados de acabar mendigando en la calle por culpa de las mutilaciones y enfermedades que nos ocasionan en nuestros trabajos y que luego los empresarios nos dejan tirados en las aceras como trapos viejos.