sidor_chavez.jpgDeclaración de la CMR ante las elecciones a la Asamblea Nacional

Tras la victoria la clase trabajadora  debe reimpulsar la lucha por la toma del poder frente a los capitalistas, los burócratas, reformistas y quinta columna

sidor_chavez.jpgDeclaración de la CMR ante las elecciones a la Asamblea Nacional

Tras la victoria la clase trabajadora  debe reimpulsar la lucha por la toma del poder frente a los capitalistas, los burócratas, reformistas y quinta columna

 

 

Tras la victoria la clase trabajadora  debe reimpulsar la lucha por la toma del poder frente a los capitalistas, los burócratas, reformistas y quinta columna.

Desde comienzos del año 2010, la pugna entre revolución y contrarrevolución ha aumentado y agudizado. Dos factores han contribuido a ello: por un lado el efecto de la crisis capitalista mundial sobre los precios petroleros y la economía venezolana que condujo a la caída del PIB venezolano (que en el primer semestre del año disminuyó un 3,5%%), y por otro la proximidad de las elecciones legislativas del 26 de Septiembre que echan más leña al fuego de la polarización política y social, ya que están enormemente disputadas.

Ganar las elecciones es necesario para frenar a la derecha y al imperialismo.

El imperialismo y la derecha trata de aislar la revolución. Sin embargo la marea a la izquierda en toda América Latina se ha profundizado con la crisis económica capitalista mundial oxigeno para la revolución y muestra que el camino de la lucha por el socialismo es la única alternativa para la humanidad.

Incluso países donde aparentemente el imperialismo y la derecha tienen en control existen enormes contradicciones sociales y está prendida la mecha de la revolución. En Honduras pese a la victoria electoral de la derecha en enero, el pueblo no acepta a Lobo: el pasado primero de mayo se realizó una manifestación histórica con 500.000 trabajadores en defensa de sus derechos y contra el régimen fraudulento impuesto por el imperialismo.

Por otro lado en Colombia, la llegada al poder de Santos, representante directo de la burguesía se ha dado sobre la base del descontento popular que se mostró de un modo confuso con la candidatura de Mockus. La Burguesía colombiana ha tenido que tomar nota y cambiar exteriormente las formas frente al gobierno de Uribe, para poder mantener su dominación. De ahí el reciente giro de sus relaciones con Venezuela. Estos son sólo dos botones que muestra la situación internacional tan favorable para la revolución socialista en Venezuela.

La clave para una victoria revolucionaria en estas elecciones estará en si la impaciencia y el descontento con la burocracia, se exprese en un aumento de la abstención entre sectores de las masas, o se mantiene e incrementa esta tendencia negativa, o si por el contrario, el peligro de un avance contrarrevolucionario importante, y las medidas y discursos hacia la izquierda de Chávez, vuelven a movilizarlas masivamente.

En este sentido los marxistas de la CMR estamos llamando a movilizarnos como un solo hombre en apoyo a los candidatos del PSUV para lograr una victoria arrolladora contra la derecha y el imperialismo en estas elecciones. Hacemos un llamado a movilizarnos en defensa de los logros de la revolución y luchar contra las maniobras de la derecha y del imperialismo para tumbarla. Por ello es necesaria tener una mayoría del PSUV para frenar a la burguesía y desde esa asamblea todas las leyes revolucionarias que no se implementaron en la legislatura que termina.

Sólo la movilización y la lucha  pueden hacer avanzar la revolución socialista.

El núcleo de esas nuevas leyes que deberían aprobarse tras la victoria electoral pasarían por instaurar una autentica economía socialista, que debe pasar por que el estado y el pueblo tengan el monopolio a través de la nacionalización de las palancas fundamentales de la economía, las grandes industrias, los monopolios, la banca y la tierra para así poder implementar la planificación económica en beneficio de la mayoría de los venezolanos y así poder vencer el sabotaje económico al que nos tiene sometido la derecha y el imperialismo.

El otro punto fundamental de las leyes para la nueva asamblea es el desmantelamiento del aparato del estado burgués, de la eliminación de las estructuras del estado heredadas de la IV república y para el surgimiento de un estado revolucionario basado en consejos de trabajadores y comunidades que se integren en las comunas socialistas, local, regional y nacionalmente, formados por delegados o voceros elegibles y revocables en cualquier momento y que no cobren más del salario de un trabajador medio. Este nuevo estado revolucionario debe terminar de una vez con ministerios, alcaldías y gobernaciones, y toda la corte de funcionarios y burócratas contrarrevolucionarios que la acompañan.

El secreto para que estas medidas se puedan llevar a cabo es que la clase trabajadora junto con el resto del pueblo se movilice en la calle para conseguir estos reclamos que hagan avanzar la revolución al socialismo. Sólo con lucha, movilizándonos en la calle conseguiremos vencer a los capitalistas, a la derecha, a la burocracia y reformista. Sólo con la movilización conseguiremos romper la resistencia de la burocracia reformista del aparato estatal que es la quinta columna que traba la revolución y voltea las propuestas del Presidente Chávez.

La lucha contra el burocratismo y el reformismo enquistado en el PSUV.

Como consecuencia de todo esto es más necesario que nunca la participación de los trabajadores y el pueblo en el seno del PSUV para impulsar una política revolucionaria y socialista que suponga una alternativa a los discursos a los trabajadores con una labia que aparenta socialista pero que es profundamente conservadora y reaccionaria. Tienen miedo que el Presidente y el pueblo los desenmascaren y sean sustituidos por auténticos revolucionarios surgidos de las bases revolucionarias de los burócratas. Los reformistas se llenan la boca de socialismo, control obrero, poder para el pueblo, etc. y actúan en sentido opuesto a lo que plantea el Presidente Chávez. La burocracia utiliza esta palabrería para encubrir su corrupción, y guisos con los capitalistas y la derecha. Los burócratas reformistas tratan de confundir al pueblo y

Los burgueses y el imperialismo utilizan todas las armas a su alcance con el fin de lograr un resultado que les permita intensificar su ofensiva: desabastecimiento, subidas de precios, etc. Para derrotarles de manera decisiva no basta con votar es necesario basarse en la movilización y organización de la clase obrera para completar la revolución, tomando de manera urgente - incluso antes de las elecciones- medidas concretas que acaben con su poder económico y empiecen a resolver esos problemas y otros como el déficit habitacional, los despidos y la tercerización,... La principal arma que tiene el imperialismo es la quinta columna burocrática que con su mala gestión, la corrupción y el nepotismo socava el apoyo del pueblo al socialismo y a las propuestas del Presidente Chávez.

Un ejemplo del burocratismo que resta apoyo fue el caso PDVAL. Varias decenas de responsables han sido detenidos y en las bases existe un clamor para que reciban un castigo ejemplar. Otro ejemplo de choque de la burocracia con el pueblo es la lucha de los trabajadores de MMC automotriz en Anzoátegui en la que la burocracia estatal reformista y quinta columna trata de destruir las organizaciones sindical revolucionaria como SINGETRAM, traicionando los intereses de clase trabajadora y el pueblo, supeditándolos a los compromisos con multinacionales imperialistas como Mitsubishi.

Qué hacer para completar la revolución socialista ya.

La lacra de la burocracia y el sabotaje capitalista a la economía confirma el fracaso de la utopia reformista que defiende combinar socialismo con capitalismo y de llevar la revolución socialista apoyándose en el aparato del estado burgués sin darle todo el poder a los trabajadores y al pueblo. La idea reformista de que la transición al socialismo es una tarea de décadas y que hay que transferirle poder al pueblo gradualmente, está chocando con el hecho de que el estado y la economía siguen siendo capitalistas. Estos sectores proponen hacer concesiones a los empresarios nacionales para convencerles de que hagan lo que nunca han hecho: invertir, política que está fracasando estrepitosamente, ya que es evidente los constantes planes de inversión económica que el Presidente Chávez ha hecho público para los empresarios del sector privado y esto apesar de manejar el 70 % del producto interno bruto (PIB), no han dado respuesta al aparato productivo del pais y es evidente el desmantelamiento de las zonas industriales del pais.

El único modo efectivo de completar la revolución socialista es expropiando de una vez la tierra, el conjunto de los bancos y las principales empresas del país y estatizándolos bajo el control de los trabajadores, como primer paso hacia la sustitución del actual estado -que sigue siendo burgués- por un estado revolucionario basado en los Consejos de Trabajadores y Comunales, formados por voceros elegibles y revocables en todo momento y unificados a escala local, estadal y nacional.

Para ello es necesario frente al sabotaje económico implementar el control obrero de la producción en todas las industrias públicas y privadas. El impulso de la lucha por el control obrero en Guayana hecho por el Presidente Chávez debe ser un ejemplo para todos los trabajadores del país, que no deben esperar el permiso de la burocracia estatal para llevarlo a cabo, si no impulsarlo por su propia iniciativa frente a los capitalistas y los burócratas. También hay que luchar frente a la confusión creada por los reformistas que tratan de desviar el contenido real del control obrero y bajo otro nombre, ocultar su actuación burocrática para hacerlo fracasar.

Si no se toman estas medidas de un modo inmediato la burocracia estatal y la economía capitalista debilitaran gradualmente el apoyo de masas a la revolución, y en unos años no tendremos socialismo, si no la reacción capitalista pura y el retorno al poder de los contrarrevolucionarios en colaboración con sectores burocráticos del proceso.

Como parte de lo anterior, es imprescindible arrebatar el control de las exportaciones e importaciones a los empresarios y burócratas, que hacen todo tipo de chanchullos con los dólares que les da el gobierno y especulan contra la economía nacional. El gobierno debe crear urgentemente una empresa estatal de importación y exportación bajo control obrero y popular, que tenga el monopolio estatal de todo el comercio exterior.

Aplicándo estas medidas sería perfectamente posible acabar con el capitalismo y erradicar el burocratismo y la corrupción, impedir el desarrollo de mafias como la descubierta en PDVAL, terminar con las actuaciones anti-obreras de muchas Inspectorías de Trabajo, y resolver otras tantas fallas y contradicciones que sufre la revolución. Esto es lo que defendemos dentro del PSUV, la JPSUV y la UNETE, los jóvenes y trabajadores agrupados en torno a la CMR y El Militante.

 


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