Es urgente construir un frente de trabajadores asambleario, democrático y combativo

Con la instalación del “Foro de Diálogo Social”, la burguesía venezolana aceleró lo que ha sido su ofensiva sistemática desarrollada durante los últimos 5 años en las diferentes mesas de diálogo instaladas en Miraflores. Ninguno de los actores presentes en este foro ha dudado en exigirle a la burocracia del gobierno una mayor flexibilización de los derechos laborales. A finales del mes de abril incluso han conseguido traer de nuevo a la Organización Internacional del Trabajo (OIT) bajo la cobertura de que sería para anunciar un nuevo aumento del salario el pasado 1 de mayo así como la libertad de trabajadores presos, entre otros derechos suscritos con esta organización. Esto no ha sido sino otra falacia más, igual que el anunciado aumento del salario en Petros, decretado en marzo. 

Si bien es cierto que el pueblo trabajador ha sufrido las sanciones y agresión brutales con el bloqueo económico impuesto por los gobiernos de EEUU y la violencia permanente de los partidos de derecha, esto no justifica el que la burocracia del gobierno haya llevado a los trabajadores al colapso, miseria y pérdida de sus conquistas laborales. Lo que han conseguidos es dejarnos en condiciones extremadamente débiles, mientras que a los empresarios lo que han hecho es brindarles mejores oportunidades para maximizar nuestra explotación laboral como la que tratan ahora instalando de nuevo a la Tripartita.

La tripartita: Una vieja instancia capitalista para negociar a los trabajadores

Los trabajadores venezolanos  no olvidan el nefasto papel que jugó la dirección sindical de la Central de Trabajadores de Venezuela (CTV) en la  tripartita – señalada por muchos como la trimaldita-,  durante los años de gobiernos bipartidistas de Acción Democrática y Copei, durante  los cuales junto a los empresarios pactaron la eliminación de las prestaciones sociales, suspendieron aumentos de salario mínimo y discusiones de contrato colectivos por muchos años, sometiendo a los trabajadores y sindicatos combativos por medios de bandas de delincuentes armados – llamados los cabilleros- para frenar la organización revolucionaria.

Ahora, reconocidos expresidentes de Fedecamaras – principal federación de empresarios del país y enemiga acérrima del expresidente Hugo Chávez- como  Cusianno, Button y Roig participan abiertamente en las conversaciones con la burocracia del gobierno. A principios de año, éstos tomaron el liderazgo tanto para impulsar la carta dirigida al gobierno de EEUU solicitando relajar las sanciones como para lograr la complacencia del gobierno de Nicolás Maduro para instalar la mesa técnica de la OIT solicitada por 33 empresarios los cuales vienen acusando los beneficios laborales, los contratos colectivos, la Ley Orgánica del Trabajo LOTTT, a la LOPCYMAT como derechos inconvenientes para el bienestar de su empresas y productividad.

La OIT viene a defender los intereses del capital. No es un organismos que acusa, ni denuncia, ni exige a los gobiernos neoliberales dejar de recortar los derechos laborales ni la represión contra los trabajadores que estamos viendo en otros países. Ha llegado a Venezuela cínicamente con un falso discurso señalando la violación de los convenios 26, 87 y 144 que en el fondo se resumen en buscar responder a los intereses y necesidades de los empresarios, limitando la fijación del salario mínimo nacional, la aceptación de quien y cual trabajador y sindicato admiten, hasta las reformas o eliminación de la leyes laborales que consideren para garantizar el aumento de sus riquezas.

Empresarios y gobierno consolidan entendimiento

El actual presidente de Fedecámaras, Carlos Fernández, ha declarado como un gran éxito la llegada de la OIT “para corregir las relaciones de la fuerza de la producción”[1] y parafraseaba las mismas palabras que hace unos años expresó el diputado del PSUV, Jesús Farías: “para incrementar el salario hay que fortalecer la producción”[2]. Este empresario también ha dicho: “Que necesitan 40 años de crecimiento de 5% anual para recuperar el PIB perdido”[3].

Los trabajadores no somos tontos, sabemos que todo este discurso en el fondo busca garantizar el mayor beneficio, la mayor ganancia para la burguesía a costa del despojo de nuestros derechos laborales. Ya existen datos y estadísticas inocultables conseguidas tanto en el BCV como en el INE, en los cuales se puede observar el extraordinario lucro del 3000% que están obteniendo los empresarios por cada bolívar que pagan al trabajador. Al mismo tiempo señalan cínicamente la nefasta política salarial del gobierno contra los empleados públicos, aunque ambos evalúan un ajuste general del salario para fin de años que logre enfriar la molestia de los trabajadores y a la vez golpear con otras medidas anti obreras.

En estos momentos la burocracia del gobierno y empresarios están consolidando un frente de derecha para venir por más contra los trabajadores. El empresario Jorge Roig planteó: “Es importante que se discuta una nueva ley del trabajo. Con la actual es muy difícil atraer inversiones”. Por otro lado, el presidente de la Asamblea Nacional y quien dirigen el Foro de Diálogo Social, Jorge Rodríguez, solicitaba a los diputados del parlamento acelerar la discusión de seis nuevas leyes que supuestamente complementan la ley orgánica del trabajo vigente. El contenido de estas nuevas leyes es desconocido para notros los trabajadores y trabajadoras, pero hemos escuchado cómo se justifican con la ley antibloqueo para ocultar la información. De esta misma manera también preparan los toques finales de la Ley de las Zonas Económicas Especiales, aprovechándose de la debilidad orgánica que tiene en estos momentos el movimiento obrero.

Es necesario levantar las luchas obreras contra la burguesía y burocracia corrupta

Es demasiado evidente que la lucha de la clase obrera no será nada favorable en las mesas de diálogo, menos donde son tres (OIT, empresarios y gobierno) quienes tienen como objetivo estabilizar el capitalismo contra uno (representantes sindicales) que no han sido elegidos en asamblea y ni tan siquiera tienen un programa de lucha sindical. La mejor posición de los trabajadores para lograr recuperar sus conquistas históricas es batallando en la calle junto al pueblo, no en lujosos y cómodos salones de hoteles cinco estrellas. Sabemos el papel que la OIT juega internacional y nacionalmente a favor del capital. Es totalmente falso que nos ayudarán a derrotar o siquiera a mejorar la grave situación que sufrimos.

Podemos preguntarnos, ¿qué ha logrado la OIT en favor de los trabajadores en la actual situación de guerra en Ucrania, con los recortes laborales en Francia, España, Brasil o sobre los asesinatos y la esclavitud por las multinacionales en Colombia, África, Oriente Medio, entre otros países? No sirven para nada las simples declaraciones de estadísticas.

En Venezuela, los sectores sindicales de la derecha vendieron la idea de que la OIT liberaría a nuestros obreros presos, pero seguimos viendo trabajadores encarcelados. Tampoco se exigió el cumplimiento de los derechos constitucionales y humanos como es el salario igual a la canasta básica (Art. 91), Prestaciones Sociales Dignas (Art. 92) y la Discusión y Cumplimiento de contratos colectivos (Art.96).

A lo que vino la OIT fue a instalar una tripartita que no representa a los trabajadores. Nuestros líderes sindicales son los que acompañan nuestras luchas en los centros de trabajo y en la calle, no los que imponga el poder político y económico. Los empresarios nos han declarado la guerra, saben que el conflicto en Ucrania impactará en nuestro ya mermado nivel de vida con una mayor inflación, afectando drásticamente a los pobres. Todo esto se va a traducir en que la presión sindical vendrá en aumento y por eso están creando su frente de derecha para echar agua fría, intentar frenar y derrotar las luchas obreras.

Estas últimas semanas hemos visto cómo trabajadores de CVG, Supra Caracas, empleados públicos, Bimbo, Mondalez, Coca Cola, Polar y Cemex, entre otras, han salido protestando y algunos casos tomaron acciones conjuntas, al punto que altos burócratas han tenido que dar la cara para buscar controlar la conflictividad. Esto lo vimos en la protesta de brazos caído de Sidor y después en la acción de otras fábricas de la CVG en Guayana. Incluso con la lucha laboral de los trabajadores de la recolección de basura en Caracas con la empresa Supra Caracas.

Los trabajadores en todas las instancias y organizaciones debemos impulsar nacionalmente la organización de comités de acción y lucha en todos los centros de trabajo y empresas de las localidades y regiones, con una coordinación regional y nacional que impulse un plan de acción y recoja todas las reivindicaciones del movimiento obrero nacional, plasmando en un programa de lucha y convocando un encuentro nacional que fortalezca y extienda la lucha por la confiscación de la banca, las empresas estratégicas y las tierras baldías, colocándolas bajo gestión directa de los trabajadores para poder garantizar los derechos de laborales y sociales.

¡Unifiquemos las luchas en una sola lucha!

¡La lucha es el único camino!

 

[1] Fedecámaras: Ha sido exitoso el inicio de las reuniones tripartitas

[2] Farías: Para incrementar salarios hay que fortalecer la producción

[3] Carlos Fernández (Presidente de Fedecámaras): ‘necesitaremos 40 años de crecimiento de 5% anual para recuperar el PIB perdido’


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