El sábado 3 de diciembre, más de 200 personas participaron en la conferencia fundacional de la Campaña Manos Fuera de Venezuela en Gran Bretaña, en el salón de actos del local de NATFHE, el sindicato de profesores de universidad. El sábado 3 de diciembre, más de 200 personas participaron en la conferencia fundacional de la Campaña Manos Fuera de Venezuela en Gran Bretaña, en el salón de actos del local de NATFHE, el sindicato de profesores de universidad.

La campaña, que fue establecida hace tres años en el momento del paro-sabotaje petrolero, se ha extendido enormemente en los últimos años y ahora desarrolla sus actividades en más de 30 países de los cinco continentes. En Gran Bretaña, la campaña ha tenido un impacto muy importante en el movimiento sindical. Ha organizado intervenciones en prácticamente todas los congresos sindicales nacionales, culminando en la aprobación unánime de una resolución en apoyo a Venezuela en el congreso del TUC, la confederación sindical nacional con 6,7 millones de afiliados, este pasado mes de septiembre.

La conferencia se celebró en la víspera de las importantes elecciones a la asamblea nacional en Venezuela. Gente de todo el país se desplazó hasta Londres para participar. La mayoría eran activistas y directivos sindicales del movimiento obrero británico, aunque también había una gran cantidad de jóvenes y estudiantes. Entre los sindicatos que enviaron representantes estaban secciones sindicales de UNISON (sector público), Amicus (metalúrgico), NUJ (periodistas), TGWU (transporte), los sindicatos ferroviarios RMT y ASLEF, y también Community, NATFHE (profesores) y FBU (bomberos).

En la mesa presidencial estaban una serie de figures clave del movimiento obrero y laborista británico: Tony Benn, el veterano dirigente de la izquierda del Partido Laborista, y los parlamentarios laboristas John McDonnell y Jeremy Corbyn, dirigentes del izquierdista Grupo de la Campaña Socialista de parlamentarios laboristas y opositores a la política de Tony Blair; Alan Woods, editor de Socialist Appeal y fundador de Manos Fuera de Venezuela; Jeremy Dear, secretario general de la Unión Nacional de Periodistas, NUJ; Maire Daley, ejecutiva nacional de NATFHE y Ruth Winters presidenta nacional del sindicato de bomberos FBU. También se dirigió a la conferencia el Embajador de Venezuela en Londres, Alfredo Toro Hardy que saludó el trabajo de la campaña Manos Fuera de Venezuela.

En su discurso de apertura, el presidente de la campaña, John McDonnell dejó claro que Venezuela se estaba orientando hacia una revolución socialista. “En el pasado la izquierda organizaba campañas de solidaridad después de una derrota, como en Chile. Ahora, por una vez, estamos organizando una campaña para impedir la derrota de la revolución en Venezuela” dijo. “Esta es una gran oportunidad para todos nosotros. Las amenazas son grandes. El movimiento obrero internacional tiene que apoyar este movimiento revolucionario”. Y añadió: “esta es potencialmente una revolución socialista, no simplemente una revolución democrática, que debemos promover y desarrollar.” John hizo un llamamiento a todos los presentes a llevar reportes de esta reunión a todos los rincones del movimiento obrero y a todas las partes del país.

Tony Benn abrió el debate atacando a los EEUU por sus intentos de dominar América Latina, refiriéndose a la Doctrina Monroe y la teoría del “Destino Manifiesto”. Recordó a la conferencia que, a pesar de su supuesto apoyo a la democracia, los EEUU habían apoyado las dictaduras más brutales de América Latina para defender los beneficios de las grandes multinacionales. “Los EEUU parecen muy fuerte, pero en realidad son débiles. Su aventura imperialista en Irak y en otras partes les han convertido en el país más impopular del mundo”. Benn alabó el carácter democrático de la revolución venezolana, que es una enorme fuente de inspiración para el mundo entero: “cuando me levanto por la mañana sintiéndome un poco deprimido por el estado del mundo, pienso en Venezuela y me siento optimista de nuevo”

Alan Woods, que habló después, señaló la contradicción que representa el que en un período dónde las fuerzas productivas, la ciencia y la tecnología están suficientemente desarrolladas como para resolver todos los problemas de la humanidad, ocho millones de hombres, mujeres y niños mueren cada año porque no tienen suficiente dinero como para vivir.

”Después del colapso de la Unión Soviética, los seguidores del capitalismo se imaginaron que el socialismo y la revolución estaban fuera del orden del día. Pero la revolución bolivariana es una respuesta aplastante a todo esto”.

Alan señaló que para poder ser presidente de los EEUU uno necesita ser multimillonario, mientras que Venezuela tiene la constitución más democrática del mundo y el presidente Chávez ha ganado más elecciones y referéndum democráticos que ningún otro dirigente. Sin embargo los enemigos de la revolución dicen que es “antidemocrático” y se han inventado un nuevo término “autocracia electa”.

“Tenemos que preguntarnos qué efectos tendría una derrota en Venezuela. Aislaría a Cuba y la pondría en grave peligro, sería un golpe muy duro para la moral de las masas que están luchando por liberarse en toda América Latina, animaría a los reaccionarios a intensificar su ofensiva contra el socialismo a escala mundial, y desanimaría al movimiento obrero internacional”.

Alan saludó las declaraciones de Hugo Chávez a favor del socialismo, y llamó a todos los presentes a defender la revolución venezolana, al mismo tiempo luchar por el socialismo. Finalmente, recordó a los delegados el sueño de Simón Bolivar de una América Latina unida. “Esa visión sigue siendo correcta y necesaria, pero sólo se puede conseguir si la clase obrera toma el poder en sus manos se une en unos Estados Unidos Socialistas de América Latina, como primer paso a un mundo socialista”.

Después de las introducciones hubo un debate libre, abierto y democrático, en el que se oyeron todo tipo de opiniones. Varios delegados comentaron favorablemente sobre la ausencia total de sectarismo y la manera democrática en que se celebró la conferencia. Andy Higginbottom, de la Campaña de Solidaridad con Colombia resaltó este aspecto, contrastando la conducta de Manos Fuera de Venezuela con la de otros movimientos de solidaridad, que se organizaban de manera sectaria. Andy también insistió en que para poder lograr el socialismo, ya fuera en Venezuela o en Gran Bretaña había que desafiar el poder de las grandes multinacionales.

Hablando desde la mesa, el parlamentario laborista Jeremy Corbyn se preguntó porqué los medios permanecían en silencio sobre Venezuela. ¡El motivo es que se verían obligados a dar buenas noticias! “Ahora me siento más optimista sobre América Latina que me había sentido en muchos años”, dijo. En el pasado tuvimos una serie de derrotas, como el asesinato de Allende en Chile, o la derrota de los sandinistas en Nicaragua. Condenó también al gobierno británico por haber apoyado las dictaduras militares en América Latina.

Recordó el papel contra-revolucionario de los EEUU en la invasión de Granada y la desestabilización del gobierno del PP en Jamaica por parte de la CIA. “La invasión de Granada se justificó sobre la base de que representaba un amenaza militar a los EEUU. La diminuta Granada no podía ser ni siquiera una amenaza para si misma, por no hablar de los EEUU!”. Jeremy dijo que la revolución cubana había dado esperanzas al pueblo de América Latina y que ahora era vital apoyar a Venezuela.

Jeremy también se refirió a los acontecimientos revolucionarios en el continente, no sólo en Bolivia y en Argentina sino también en México, dónde anticipó que Fox sería derrotado en las elecciones por Lopez Obrador. Eso significaría un gobierno de izquierdas en la puerta de los EEUU.

El punto álgido de la conferencia fue una intervención apasionada de Rubén Linares, Coordinador Nacional de la Unión Nacional de Trabajadores, el principal sindicato de Venezuela. Rubén explicó en detalle la historia de la revolución bolivariana, incluyendo una explicación del golpe contra-revolucionario que fue derrotado por las masas en abril del 2002 y del sabotaje económico de la oligarquía en 2002-03. Este fue derrotado por la intervención de la clase obrera, que tomó el control de las instalaciones petroleras y las gestionó bajo control obrero.

Una de las partes más emocionantes de su intervención fue cuando dijo: “Los trabajadores no necesitamos a los patronos para hacer funcionar las empresas. Las podemos hacer funcionar nosotros mismos. Y eso fue lo que hicimos”. Esta declaración fue recibida con un aplauso entusiasta.

También explicó el movimiento por el control obrero. Informó del Encuentro Latinoamericano de Empresas recuperadas por los trabajadores, en el transcurso del cual “hombres hechos y derechos, endurecidos por el trabajo diario lloraron como bebés” cuando visitaron las empresas bajo cogestión obrera. “En Argentina, en Brasil, cuando ocupamos las empresas, las autoridades nos envían a la policía a reprimirnos. Aquí el gobierno discute con ustedes para resolver el problema”.

Al final de su discurso inspirador, Rubén dijo que esperaba impaciente el día en que habría un nuevo referéndum en Venezuela para cambiar el nombre del país de República Bolivariana a República Socialista Bolivariana. También en esta ocasión recibió una ovación entusiasta de la audiencia puesta en pie.

Rubén Linares fue seguido por Maire Daley, de Natfhe, que saludó la oportunidad de hablar sobre Venezuela en el movimiento obrero. Ruth Winters del FBU también hizo un discurso apasionado a favor de la solidaridad con la revolución bolivariana. “Esta nos ha permitido plantear la ideas de “revolución” en el congreso del TUC. Tenemos mucho que aprender de la experiencia venezolana, La experiencia de la revolución no está muy lejos. Al fin y al cabo, cada huelga es en realidad como una mini revolución” dijo. Un sindicalista de Sinaltrainal, el sindicato de los trabajadores de la comida y la bebida de Colombia, denunció el asesinato de sindicalistas colombianos y específicamente acusó a las multinacionales como en el caso de la Coca Cola.

Después de una discusión muy animada, siempre de forma amistosa y compañera, la conferencia aprobó unánimemente unos estatutos básicos y eligió un comité coordinador para dirigir la campaña en los próximos 12 meses. También se aprobaron algunas enmiendas para conseguir una mejor representación de los grupos locales y aumentar la composición del comité.

La Conferencia fue un éxito extraordinario, especialmente teniendo en cuenta los constantes intentos de saboteo y tácticas escisionistas a los que nos hemos enfrentado. La convocatoria de otro evento con un tema parecido el mismo día por parte de otra organización causó muy mala impresión. Varios delegados se refirieron al tema muy enfadados y exigieron el fin de las intrigas y las maniobras que escindían el movimiento de solidaridad. Jeremy Dear, que moderó la sesión de la tarde aseguró a la conferencia que esperaba que se tomaran medidas para impedir que se repitieran estos hechos en el futuro.

Finalmente, después de una colecta excelente, la Conferencia aprobó por unanimidad una resolución condenando el intento de la oposición venezolana de sabotear las elecciones.

Jeremy Dear resumió el entusiasmo de la conferencia señalando la gran cantidad de delegados que hablaron en las diferentes sesiones aportando sus experiencias y puntos de vistas. La tarea ahora es salir a la calle y construir la campaña en cada sindicato, liceo, universidad y puesto de trabajo.

Rubén Linares cerró la conferencia con unas palabras del Che Guevara: “Que lo sepan los nacidos y los que aún han de nacer, que los revolucionarios en el mundo luchamos para vencer y no para ser vencidos”. De nuevo la conferencia entera se puso en pie y rindió tributo a la revolución bolivariana y su éxito final.


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