Una cuestión clave paranuestra revolución es la lucha por el control obrero. La burocracia reformistarepite los discursos revolucionarios del comandante Chávez apoyando el controlobrero pero mientras el Presidente ha dicho que las fábricas deben serdirigidas por los trabajadores los reformistas intentan convertir el controlobrero en un “arroz con mango”: dicen que los consejos de trabajadores debentener una función fundamentalmente formativa o consultiva ya que, según ellos, lostrabajadores no tenemos preparación y conciencia para administrar las empresas;oponen los consejos obreros a los sindicatos  o plantean mantener por encima de los consejosde trabajadores las gerencias burocráticas y las instituciones de la viejaestructura estatal burguesa… Las siguientes citas de dos textos del granrevolucionario ruso León Trotsky: “El Programa de Transición” (recomendado porel Presidente Chávez) y “El control obrero de la producción”  responden a estas ideas reformistas yplantean el verdadero significado del control obrero, la toma de fábricas y losconsejos de trabajadores.

 

Ocupación de empresas, control obrero y gestión obrera directa

 

“Las huelgas conocupación de fábricas rebasan los límites del régimen capitalista normal.Independientemente de las reivindicaciones de los huelguistas, la ocupaciónasesta un golpe al ídolo de la propiedad capitalista. Toda ocupación planteaprácticamente el problema de saber quién es el dueño de la fábrica: elcapitalista o los obreros. Si la ocupación plantea esta cuestión, el comité defábrica le da una expresión organizada. Elegido por todos los obreros yempleados de la empresa, el comité de fábrica crea de golpe un contrapeso a lavoluntad de la administración”

 

Pero este es sólo el primer paso, el controlobrero “no se podrá alcanzar a menos que se transforme en gestióndirecta”, explica Trotsky en “El control obrero de la producción”.  No tiene sentido pues oponer el intento de lostrabajadores de tomar, controlar o dirigir una empresa con la idea de laplanificación socialista centralizada, como hacen hoy algunos en Venezuela. Elcontrol obrero a nivel de una empresa o sector es el primer peldaño hacia laadministración del conjunto de la economía por toda la clase obrera y lasustitución de la estructura burguesa del estado (con su separación de poderlegislativo y ejecutivo, su tecnocracia y burocracia)  por un estado revolucionario dirigido por losconsejos de trabajadores responsables ante las asambleas obreras y populares”

 

El control obrero empiezaa nivel de una fábrica, un sector o un grupo de fábricas porque “el poder noestá todavía en manos de los trabajadores, pues de otro modo no tendríamos elcontrol obrero de la producción, sino el control de la producción por el estadoobrero como introducción a un régimen de producción estatal basado en lanacionalización”, explica Trotsky. En un primer momento el control puedeempezar exigiendo información, participación en la gestión, pero inevitablementedesarrolla un doble poder: el los trabajadores frente al del patrón o losburócratas, y plantea la cuestión de quien dirige realmente la fábrica y elconjunto de la economía: los capitalistas o los trabajadores.

 

“Una burguesía que sesienta firmemente asentada en el poder nunca tolerará la dualidad de poder ensus empresas. El control obrero solamente puede ser logrado en las condicionesde un cambio brusco en la correlación de fuerzas, por un proletariado que vacamino de arrancarle el poder, y por tanto también la propiedad de los mediosde producción” El régimen de control obrero es “provisional y transitorio por su misma esencia” y “sólo puedecorresponder al período de la ofensiva proletaria y el retroceso de laburguesía, es decir, al período de la revolución proletaria en el sentido máscompleto del término. Si la burguesía no es ya la dueña de la situación en sufábrica,  de ahí se desprende que tampocoes ya enteramente dueña de su Estado”.

 

Del control obrero a una economía estatizada y planificadadirigida por los trabajadores

 

El paso de la lucha por elcontrol obrero a nivel de una fábrica o grupo de fábricas a la toma del poderpor los trabajadores y la creación de un estado dirigido por estos y el restode los oprimidos no puede ser una tarea de varias generaciones sino algourgente, inmediato. Ala oposición que hacen los reformistas entre capitalistas malos -a los que hayque controlar- y los “buenos explotadores democráticos”, -como diceirónicamente Trotsky- “nosotros oponemos la consigna de los comités de fábricacomo centro de lucha contra unos y otros” y base para la construcción de unestado obrero.

 

“En cierto sentido, losconsejos de fábrica son la realización del frente único de la clase obrera.Ampliarán y profundizarán esta función con el ascenso de la ola revolucionaria.Su papel crecerá, como lo harán sus incursiones en la vida de la fábrica, de laciudad, de las ramas de la industria, de las regiones y, finalmente, de todo elEstado. (…) Solamenteellos pueden asegurar un verdadero control sobre la producción llamando en suayuda como consejeros y no como tecnócratas a los especialistas honestos yafectos al pueblo: contadores, estadísticos, ingenieros, sabios, etc... (El Programade transición, El secreto comercial y el control obrero sobre la industria) Los congresos provinciales, regionales y nacionales de losconsejos pueden servir como base para los órganos que desempeñarán de hecho elpapel de los soviets (Consejos)” y constituyen la base de un nuevo estadorevolucionario.  “El cuerpo central delos consejos de fábrica de una ciudad puede cumplir ampliamente el papel delsoviet (Consejo) de la ciudad y dirigir ésta”, dice Trotsky en referencia a larevolución alemana de 1923.

 

“Después de tomar elcamino del control de la producción, el proletariado presionará inevitablementeen el sentido de la toma del poder y de los medios de producción. Los problemasde crédito, materiales de guerra, mercados, extenderán inmediatamente elcontrol más allá de lo límites de las empresas individuales”

 

Resumiendo: el desarrollode los organismos de control obrero  nopuede convivir con el mantenimiento de las fábricas en manos de los empresarioso con la gestión de estas por parte de gerentes y burócratas al margen delcontrol de las asambleas. Al final, o  lalucha por el control obrero vence y supone “la toma del poder por elproletariado” o acaba en la victoria de la contrarrevolución en cualquiera desus formas y restablece “la dictadura abierta del capital”.

 


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