¿Debatir para aprender y construir, ó solo para destruir? ¿Asamblea constituyente y piqueteros para
Ir a la médula de los planteamientos y no por las ramas que nos impiden alimentar el proceso
Por Ricardo Galíndez
Comenzando por una cita de Luis Oviedo: A pesar de la extensión de su "Respuesta", plagada de largas citas, obviedades, insultos y expresiones descalificadores contra Oviedo y la dirección del PO, Woods oculta el hecho central: la COB defendió la "salida constitucional" y el reemplazo de Sánchez de Lozada por su vicepresidente Mesa, al igual que Morales y Quispe. Por eso denunciamos la posición de Woods de que la dirección de la COB jugó "un papel muy positivo".
1.- Más allá de frases infelices por a veces imprecisas sobre el papel de la dirección de la COB, no se puede concluir que Woods o Martín, quien también escribe el artículo generador de esta interesante polémica, “ocultan el hecho central: la COB defendió la "salida constitucional" y el reemplazo de Sánchez de Lozada por su vicepresidente Mesa”, puesto que en todo el trabajo “Bolivia: La clave de la Revolución andina” hay una crítica clara y diáfana a la dirección nacional de la COB, la cual no responde a los intereses históricos de la clase obrera pues le “hacía falta un plan –programa, (estrategia y política) táctica, propuestas movilizadoras-” o cuando se señala que “El secretario general de la COB, Solares, ha visitado al nuevo presidente. Aparentemente, adoptó la posición del apoyo condicional, ..... Esto es un error.” Puede que no guste lo suave de la crítica y que algunos prefieran llamar a esto una traición, pero no se puede afirmar que se oculta el papel de la dirección nacional de la COB. Es claro que se critica a la dirección de la COB por no estar capacitada programáticamente y politicamente a conducir a la clase obrera y sectores campesinos hacia la toma del poder y como esto es así se hace necesario construir un Partido Obrero Revolucionario. ¿Sobre qué bases? sobre el agrupamiento de los dirigentes, pero no cualquiera, sino “por debajo de los dirigentes de la COB hay una capa numerosa de lo que se llaman líderes naturales de la clase obrera. Son dirigentes locales que se han ganado la confianza de los trabajadores y los compañeros por su honestidad, coraje y militancia. Ellos jugarán un papel crucial en la revolución. Están cerca de las masas y por lo tanto reflejan su espíritu revolucionario. Si estuvieran unidos en un partido revolucionario el futuro de la revolución estaría garantizado.” ¿Es un error decir que el partido se tiene que nutrir de los dirigentes de base de la principal central obrera del país?, ¿No? Entonces no hay ningún error grave de que acusar a nadie. ¿Si es un error?, entonces se debe mostrar el espacio donde encontrar a los dirigentes obreros de base en Bolivia para buscarlos y plantearles la necesidad de construir ese partido, para aportar elementos que ayuden a construir el mismo.
2.- ¿Acaso es mentira que la dirección de la COB no tomó el poder por no ser una dirección marxista revolucionaria?, Si hubiese sido una dirección marxista revolucionaria, no se hubiese desmovilizado a las masas ni se hubiese entregado el gobierno a Meza. Eso debe estar claro, así que cuando se dice que la dirección de la COB no es marxista revolucionaria se está reiterando que esa dirección no está comprometida con el objetivo de dirigir la toma del poder en un momento como el presentado en Octubre del año 2003 y por ello optaron por entregar la oportunidad a un representante de la burguesía, con todo y que en un Congreso de la COB posterior a esta entrega, hubo quien se hizo una autocrítica. Una dirección marxista, una dirección política basada en las Tesis de Pulacayo, hubiese impulsado hasta donde era dable hacer las milicias obreras y campesinas, las organizaciones de doble poder que se expresaron abiertamente en la ciudad de El Alto, con delegados electos desde las bases y revocables en cualquier momento..... La dirección nacional de la COB no hizo nada de esto por no ser marxista, ¿cuál es la concesión o el engaño a los lectores? ¿Acaso se le quiere sacar punta a una bola de billar, tan solo para demostrar que lo sabemos hacer o intentar hacer?.
3.- Sobre que Woods "explica" que los dirigentes de la COB no tomaron el poder porque "no son marxistas revolucionarios", y al mismo tiempo les reclama que tomen el poder... aunque sigan sin ser "marxistas revolucionarios". ¿Hasta cuándo la sanata, Woods? Nuevamente es inexplicable lo que critica Luis Oviedo a Woods y Martín puesto que esa fue la táctica del partido bolchevique durante 1917, hacia el partido menchevique, el cual tampoco era marxista ni leninista. Luis Oviedo tiene que ser consciente, pues es un compañero bien leído en la Historia de la Revolución Rusa por León Trotsky y de otros muchos libros sobre marxismo, de que la consigna “todo el poder a los Soviets” no se lanzó en abstracto. Estaba dirigida hacia las masas cuya mayoría determinante estaba bajo la dirección del partido (POSDR) menchevique por lo que a su vez éste era mayoría en los Soviets, por lo que sólo las masas podían tomar el poder, en ese momento, si el POSDR menchevique asumía dicha tarea. El objetivo de dicha política fue empujar a que las masas rusas empujasen a su dirección a que tomase el poder y así, haciendo su experiencia, no la de los bolcheviques, comprendiesen que esa no era una dirección consecuentemente revolucionaria, clasista, lo que si eran los (POSDR) Bolcheviques. Y en ese proceso de varios meses, los bolcheviques dirigidos por Lenin y Trotsky, empujaron a que lo mencheviques tomaran el poder, lo cual lo terminaron haciendo los bolcheviques. Ojalá y la dirección de la COB, incluso ésa que encabeza Solares hubiese dirigido la toma del poder mediante el desarrollo de las organizaciones obreras y populares de carácter soviético que se formaron durante el proceso de lucha contra Sánchez de Lozada. Esto hubiese sido un tremendo paso adelante, con todo y que no fuese una dirección marxista, puesto que hubiese puesto a las masas explotadas y oprimidas de Bolivia en una posición de fuerza para desarrollar un auténtico gobierno obrero. ¿No lo creen así? Bueno, en Cuba en 1958 una dirección de origen pequeño burgués desarrolla una lucha democrático burguesa, alcanza su cometido y ante el enfrentamiento con la burguesía y el imperialismo avanza hacia medidas socialistas, instaurando un gobierno obrero. Me pregunto ¿Había o no que apoyar la lucha antidictatorial del M26 de Julio que encabezaba Fidel Castro y las medidas posteriores a la llegada al gobierno y defender esa dirección, que no venía de un origen marxista revolucionario ante el ataque del imperialismo? ¿Había o no que defender las medidas que tomó la dirección radical pequeño burguesa o si mejor lo prefieren nacionalista pequeño burguesa radical? Nosotros creemos que había que apoyarles, y en el proceso plantear la discusión ante el pueblo cubano, sobre la estrategia para desarrollar la democracia obrera basada en organizaciones de tipo soviético.
4.- Dice más adelante Lino Oviedo: “Los dirigentes de la COB celebraron la asunción de Mesa como "un triunfo popular" (Woods también lo celebra)” No es reflejo del método marxista decir cosas que no son pues ello tan solo tergiversa cualquier discusión. No se trata de analizar una postura sino de inventarla. En ninguna parte del trabajo criticado por Luis Oviedo, ni en ningún otro, se lee alguna loa o manifestación de alegría por la asunción de Mesa. Esta afirmación tan solo recuerda los viejos métodos estalinistas que decimos rechazar. Woods y Martín señalan que “al escuchar las noticias (sobre la renuncia de Sánchez de Lozada), las masas celebraron su éxito en el derrocamiento de presidente” y más adelante dicen de manera clara “el derrocamiento de Lozada fue el primer gran éxito de la revolución boliviana. Pero es demasiado pronto para gritar victoria. Las tareas más importantes de la revolución no se han conseguido. Las batallas más importantes se producirán en el futuro.” Sería interesante saber si los compañeros de la dirección del PO se alegraron con el derrocamiento del “Goni”, pues a nosotros si, al igual que a las masas bolivianas, pero como buenos revolucionarios también les decimos que ahora es cuando hay que hecharle “bolas” y entre esas tareas está construir un partido obrero con un programa y métodos marxistas y que el mismo tiene que aglutinar a los dirigentes honestos, combativos y consecuentes de la clase obrera boliviana, que hoy militan en su mayoría sin discusión alguna en la COB. Si esto es antimarxismo o seguidismo, el compañero Luis Oviedo debería usar la página del PO para aportar más materiales para aprender qué es marxismo.
Asamblea Constituyente y dictadura del proletariado
5.- El problema central en Bolivia es cuál política seguir para superar la actual coyuntura y eh allí el verdadero enfrentamiento que debe darse entre revolucionarios. Veamos las palabras de Luis Oviedo: “Woods… Considera a la Constituyente (la consigna del PO es una Constituyente con poder) no sólo "contrarrevolucionaria" sino también la "madre" de todos los males que, según él, estaría sufriendo el PO. Al respecto repite lugares comunes ya conocidos: que se trata de una consigna democrático-burguesa y no socialista (¡chocolate por la noticia!) y que en determinados momentos puede convertirse en un instrumento de la contrarrevolución (¡doble ración de chocolate!)”. Es interesante lo dicho por Luis Oviedo, pues él mismo reconoce, burlándose no sabemos si de él mismo, que la Consigna Asamblea Constituyente es un consigna democrático burguesa y la defiende, precisamente para un momento cuando las masas de trabajadores y pueblo en general están generando organizaciones de doble poder. En un juego de palabras, no sabemos con que objetivo, Luis Oviedo dice que su consigna para Bolivia no es Asamblea Constituyente, sino Asamblea Constituyente con poder. ¿Con poder burgués o proletario, seños Luis?. Lo preguntamos, pues en su documento no dice nada sobre el carácter de clase de la Asamblea Constituyente y entonces tenemos que atenernos al origen histórico, que es burgués, cosa que él mismo admite, así que aquí no nos ganamos ningún chocolate.
Ahora bien, sobre el punto expresado tenemos que decir que una Asamblea Constituyente es de por si una institución con poder, con poder burgués pero poder y si le damos otra vez poder, para que suene y actée bonito, es una Asamblea con doble poder burgués. En este caso no nos interesa pues las masas bolivianas estaban creando organizaciones de tipo soviético, que históricamente superan a cualquier organismo de la democracia burguesa ¿o no es así, camarada Luis Oviedo?.
6.- Es interesante analizar este problema pues mientras las masas haciendo su recorrido empiezan a constituir organizaciones de doble poder, y hasta con características soviéticas como en El Alto, superando en la práctica los mecanismos de representación burguesas y sus métodos electorales por unos que son históricamente superiores como es la representación directa con revocabilidad de cargos cuando los electores lo decidan con su propias organizaciones de autodefensa, Luis Oviedo quiere retrotraer la acción de las masas a la elección de una Asamblea Constituyente con doble poder, con votación secreta y demás guarandingas como le gusta a los constituyentistas, y si no es así la cosa y a lo que el camarada se refiere es a una Asamblea Constituyente compuesta con delegados obreros y populares de base, revocables en cualquier momento, y poderes ejecutivos y legislativos y con sus propias milicias obreras, ¿por qué usar un nombre que sólo trae confusión a las masas y a su vanguardia y no plantear, como lo hace Woods, la unificación y centralización de las organizaciones obreras y populares que vienen en un desarrollo del poder obrero y popular directo, que a las masas bolivianas no les es extraño pues algo de eso lo vivieron en 1952 y luego en 1970?. ¿Acaso, amigo Luis, hay algún empeño de extender una consigna, no sólo fuera de su contexto histórico donde pudiera ser progresiva, para distinguirnos de los demás?.
7.- En este momento es interesante analizar un planteamiento de los compañeros del PO y que tiene cierta similitud con la exportación de la consigna Asamblea Constituyente desde Argentina, pasando por Uruguay y llegando por ahora a Bolivia, y no es otra que la concepción de “piqueteros” como expresión de la clase obrera desempleada, pero con conciencia política de clase y que, naciendo en Argentina, ahora la hacemos aparecer en Bolivia y Venezuela. Vamos a transcribir lo que consideran los compañeros del PO, del cual Luis Oviedo es parte de su dirección, un texto publicado en la página Web del PO y que según son palabras de Jorge Altamira, su máximo dirigente pronunciadas en el Picnic de diciembre último: “El piquetero es el muchacho del barrio que va a luchar, que aparece en la tele con la mejor imagen: combatiendo a la represión, combatiendo a los explotadores o socorriendo a las víctimas de un atentado criminal contra nosotros en la Plaza de Mayo el sábado pasado (aplausos). Lo que el chico reivindica es el tipo humano; él no dice: "cuando sea grande quiero ser desocupado". Cuando sea grande seré lo que seré, pero sea lo que fuere, quiero ser el tipo humano del piquetero, del hombre con conciencia de clase, con conciencia revolucionaria, organizador, solidario y luchador que hace retroceder a los gobiernos capitalistas.” Aunque podamos diferir de lo expresado por Jorge Altamira, por cuanto según ellos mismos, los piqueteros no son sólo los compañeros organizados por el PO, sino que existen unos cuantos grupos piqueteros impulsados por otro tanto número de organizaciones políticas a las cuales Jorge Altamira y Luis Oviedo no se cansan de señalar como no revolucionarias o contrarrevolucionarias, por lo que “piquetero” no es un concepto y menos aún una categoría marxista. En dado caso, Luis Oviedo y Jorge Altamira deberían decir que los piqueteros organizados por el PO, y de ellos los que impulsan la organización del Partido Obrero, son la clase obrera con conciencia de clase, desde el punto de vista marxista, el resto estarán en camino, pero mientras tanto no lo son. Con todo y estas y otras diferencias o dudas sobre el concepto, vamos a aceptarlo tal cual fue expresado.
Jorge Altamira traslada ese concepto y descubre que en Venezuela también existen sus piqueteros y ello lo descubrimos en un artículo en el PO cuando afirma que el 13 de abril de 1992 a Chávez lo rescataron de manos de la burguesía proimperialista y su brazo armado, los militares, los piqueteros venezolanos. Estas son sus palabras en el artículo: “LOS PIQUETEROS DE VENEZUELA DERROTARON AL GOLPE YANQUI Las crisis revolucionarias se extienden en Sudamérica Por Jorge Altamira Los altos mandos nombrados por Chávez (su Constitución le da el monopolio de las designaciones castrenses) cambiaron de bando; sólo entre los oficiales medios se manifestó un apoyo al gobierno constitucional. Chávez fue detenido con facilidad; en cautiverio negoció la posibilidad de su renuncia. Lo devolvió al poder una multitud de decenas de miles de trabajadores de las barriadas, que habían comenzado el asalto al palacio de gobierno, en la cual *todo indica*, las intendencias chavistas de las barriadas habrían jugado un papel de movilización. La primera medida de Chávez luego de su liberación fue, sin embargo, reponer a la cúpula golpista de la empresa estatal de petróleo.” Si le aplicamos el concepto que Jorge Altamira usa para definir a los piqueteros, nos vamos a encontrar con tremendo problema que deviene no sólo del propio concepto de “los piqueteros” sino de los hechos reales y no inventados, soñados o tergiversados por los medios de comunicación sobre quiénes de verdad rescataron a Chávez. Resulta que las masas que rodearon Miraflores y el cuartel de paracaidista en Maracay no eran desempleados organizados, combativos y con conciencia de clases, ni constructores de ningún partido obrero que se reclama marxista. Allí actuaron las masas semiespontáneamente y, cuando más, organizadas en comités en los barrios y encabezados, solo una minoría, por dirigentes como el alcalde Freddy Bernal y el Ministro Aristóbulo Istúriz. La mayoría empezó a responder cuando salió del estupor del golpe que encabezó Pedro “el breve”, incitados por los medios de comunicación comunitarios y alternativos. Esta es la triste realidad para quienes quieren ver “piqueteros” en varias partes (por ahora) del continente, pero a este paso pronto los veremos en todo el globo donde el primer paso es verlos en Venezuela y en Bolivia con la toma de carreteras, que es una práctica no de obreros desempleados sino acciones de obreros y campesinos, y no dirigidos por ningún partido o ideología revolucionaria sino por esos sindicatos encabezados por los dirigentes naturales desde las bases. Pareciera que queremos ver cosas donde no las hay y ello es el principio de un mal final, pues se sea o no marxista, hay que aprender a ver las realidades como son y no como queremos que sean, puesto que de lo contrario, nuestras conclusiones serán totalmente erróneas lo que nos lleva al desastre, aunque se aprecien éxitos momentáneos.
8.- Por último, pero también relacionado con lo señalado en el punto 7, tenemos que Luis Oviedo plantea que “Nuestros lectores deben saber que este "marxista revolucionario" (refiriéndose a Allan Woods) no defiende la dictadura del proletariado en ninguno de sus numerosos y extensos escritos; tampoco la defiende en el terreno teórico; para él, se trata, apenas, de una lejana referencia histórica. El PO nunca dejó de desarrollar su política en base a la estrategia del gobierno obrero (para nosotros, la denominación popular de la dictadura del proletariado) aún cuando levantara la consigna de la Asamblea Popular Constituyente... y especialmente cuando levantaba esta consigna, una consigna de transición y no "etapista". Woods, en cambio, es un caso único en el mundo: se opone, al mismo tiempo, a la consigna de la Asamblea Constituyente y a la dictadura del proletariado. ¿Qué plantea?.” Ya dijimos lo que pensamos sobre la consigna de Asamblea Constituyente para Bolivia en el momento concreto que las masas creaban sus propias organizaciones de poder obrero y popular, así que no lo vamos a repetir. Tan solo diremos para refrescar la memoria que no se puede levantar una consigna de gobierno democrático burgués, a través de una Constituyente, así sea con doble poder como algunos detergentes, y a la vez hablar de un gobierno obrero y popular. No se puede hablar de una Constituyente con poder como consigna para las masas, cuando éstas están desarrollando sus organizaciones obreras y populares, transformándolas en embriones de doble poder, a menos que se quiera desviarlas del camino hacia la toma del poder. No es posible plantear una Constituyente, y menos con una columna vertebral piquetera, que no se sabe que es, pues vamos a tener cualquier cosa menos la toma del poder político del Estado por la Clase Obrera.
9.- Señala Oviedo de Woods: “En Bolivia, dice, "lo que hace falta es una democracia de trabajadores que conduzca al socialismo". "Los trabajadores bolivianos tuvieron el poder al alcance de la mano". No hay peor ciego que el que no quiera ver. El gobierno de los trabajadores que se propone para Bolivia, desde la Corriente por un Internacional Marxista, la expresa Woods y está basada en la autoorganización de los trabajadores y el pueblo, donde los trabajadores son la vanguardia social y política, tal como se desarrolló en Bolivia durante la insurrección de Octubre del 2003, con organizaciones de doble poder que controlaban todos los movimientos en la ciudad de El Alto con sus propias brigadas, milicias, o como se las quiera llamar, de autodefensa encabezadas por los obreros de la COB y más específicamente los mineros, instrumento mediante el cual derrotaron las bandas de paramilitares organizadas por Sánchez de Lozada. El gobierno que proponemos para Bolivia es uno que basándose en las organizaciones de tipo soviético con delegados electos y revocables por las propias masas en el momento que lo consideren, está expresado en múltiples artículos y en los programas de las secciones de nuestra internacional y esto lo saben Luis Oviedo y Jorge Altamira. El gobierno que proponemos tiene que tomar medidas como el No pago de la deuda externa y la nacionalización de las principales palancas de la economía como el sistema bancario, la industria petrolera, la de energía eléctrica y las exportaciones e importaciones entre otras, todas bajo control obrero; un gobierno donde los representantes del pueblo electos democráticamente no podrán ganar una suma mayor que la media de un obrero calificado, etc. Es decir, las características de un gobierno como el planteado por Marx después de la Comuna de París. Sería interesante, para ubicar el debate dentro de un marco concreto histórico si los compañeros del PO están o no de acuerdo con un gobierno de este tipo. Nosotros queremos discutir honestamente el contenido del proceso revolucionario boliviano y latinoamericano y éste es el nuestro. Esto es lo que proponemos sobre la base de concepciones que consideramos marxistas y es lamentable que compañeros que también se reclaman marxistas y que han desarrollado un abnegado trabajo en Argentina, pequen por omisión o por extensionismo de ciertos conceptos y políticas que los harían errar, más temprano que tarde, en su propio territorio.
¿Quién es el mentiroso? dice Luis Oviedo: Woods me llama "mentiroso" en dos oportunidades. La primera cuando dice que "inventé" que hubiera planteado la consigna "todo el poder a la COB". La única invención es la de Woods. Cualquiera puede leer que jamás lo "acusé" de levantar tal planteo y puede confirmar quién es el embustero. O, para decirlo en las palabras de Pierre Broué, quien "es estúpido y no sabe leer o un falsario consciente y organizado". Pero resulta que en un párrafo ya comentado al principio se dice: 3.- ---- Sobre que Woods "explica" que los dirigentes de la COB no tomaron el poder porque "no son marxistas revolucionarios", y al mismo tiempo les reclama que tomen el poder... aunque sigan sin ser "marxistas revolucionarios". ¿Y entonces? ¿Lo acusó o no lo acusó?. “La segunda es cuando afirmo que califica a Quispe y Morales como "dirigentes naturales de las masas".” Ya lo hemos dicho. No se puede tomar con pinzas una frase “a favor” y no se le incorpora el resto del contexto donde se señala las limitaciones políticas, programáticas de esos dirigentes y sobre todo la alternativa que hay que construir sin esos señores y sin esa política para llevar al triunfo la revolución boliviana. Es hora que dejemos de competir y discutamos sobre la base de querer realmente construir una alternativa revolucionaria para Bolivia y para cada uno de los países de América Latina y del mundo, y esta tarea no es un problema de semántica o de estilos, es política. Tenemos que deshechar los métodos de sacar frases fuera de contexto para imponerme yo, para defender mi posición a cualquier trance.
Lenin y Trotsky debatieron durante muchos años sobre la concepción de la revolución rusa y sobre el carácter del partido, pero que yo sepa no usaban la tergiversación como método, pues de haberlo hecho, nunca hubiesen podido unificarse en el 17 y, luego de las respectivas autocríticas, convertirse en un equipo de un solo puño, un solo músculo, como diría un dirigente obrero de la caña de azúcar. Quién tiene más años de militancia y quien tiene más o menos triunfos y derrotas, ello no indica lo acertado de sus planteamientos, pero además no es el primero que comienza bien y termina desviándose y viceversa. Lo importante es hacer el esfuerzo necesario de actuar correctamente hoy y para hacerlo es necesario realizar muchos debates al interior de nuestras organizaciones y entre organizaciones que son parte del movimiento obrero. Impulsemos el debate sobre Bolivia, para impulsar su proceso revolucionario en marcha. Impulsemos la revolución social boliviana para fortalecer la revolución latinoamericana. Impulsemos la revolución socialista para acabar con la barbarie capitalista e iniciar la instauración de un gobierno de los trabajadores y el pueblo.