El compañero Ricardo se ha destacado en su lucha sindical contra la burocracia mafiosa de la CTV así como por la defensa de las ideas socialistas en el movimiento revolucionario.
El atentado se produjo en su casa cuando dos matones le dispararon a bocajarro. La suerte hizo que la bala se desviase a dos centímetros del corazón. En estos momentos Ricardo se recupera de la herida recibida. Los compañeros de El Militante queremos reiterarle nuestra más profunda solidaridad así como nuestros deseos de una pronta recuperación.
Todos los indicios apuntan a que el atentado fue perpetrado por las bandas mafiosas de la cúpula de la CTV, desesperadas ante la pérdida de sus posiciones en importantes empresas del Estado de Lara.
En nuestra página web (www.elmilitante.org) hemos publicado una entrevista que nuestro compañero Jorge Martin le hizo en el mes de diciembre. Por razones de espacio publicamos aquí un pequeño extracto y emplazamos a los compañeros que tengan acceso a Internet a leer las diferentes entrevistas a dirigentes obreros de Venezuela publicadas en la web.
El Militante.— ¿Cuál es vuestra opinión sobre este paro convocado por la CTV y Fedecamaras?
Ricardo Galíndez.— Este es un intento de golpe de carácter transnacional y del capital bancario y financiero. (...) Uno de sus objetivos es la privatización de PDVSA, así como acelerar la privatización de la Seguridad Social. Los trabajadores como tales, en ningún momento y en ninguna parte de Venezuela han hecho manifestaciones para apoyar este paro.
EM.— Entonces ¿qué tipo de legitimidad tiene la actual dirección de la CTV?
RG.— Para nadie es un secreto que las elecciones a la cúpula de la CTV son elecciones donde predominó la trampa y la zancadilla (...) Te voy a dar otro ejemplo de los métodos “democráticos” de estos amigos. (...) En dos oportunidades yo fui agredido físicamente. En un caso por el propio presidente de SUMETAL-Lara, y en otra por el secretario general. (...) Un mes después fui agredido en mi oficina de trabajo y me causaron fracturas en la mano y en las costillas.
EM.— Por último, ¿qué mensaje enviaríais a trabajadores y sindicalistas en Europa acerca de lo que está sucediendo en Venezuela?
RG.— Lo primero sería a todos nuestros hermanos de clase, obreros y trabajadores en general, que no se crean que la clase obrera, a través de su central mayoritaria está en contra de este gobierno, porque lo que está en contra del gobierno es una cúpula dirigente. (...) Pero en las fábricas, como clase, estamos incorporados al proceso social revolucionario. (...) Necesitamos toda la solidaridad posible, política, militante. Necesitamos que ustedes presionen, pero también de ser posible que vengan a nuestra patria. Tenemos un gobierno que no es de la clase trabajadora, sino tímidamente nacionalista, y quizás necesita ese empuje para que entienda que está en riesgo su vida y la de la clase obrera. Hasta ahora hemos logrado resistir y consolidar posiciones.